En estos tiempos que corren, son muchas las incertidumbres que tienen los “pequeños y medianos inversores” a la hora de intentar rentabilizar sus “dineros”y es en esos momentos cuando surge la pregunta: ¿Qué hacemos, ahorrar o invertir?
Hoy en Consejos de Bolsa, vamos a dedicar este artículo a conocer los conceptos y ver las ventajas e inconvenientes de las dos opciones.
Comenzamos recordando las definiciones de ahorro e inversión:
AHORRO:
Es el porcentaje de la renta que una economía familiar o empresarial no dedica al consumo. Es el resultado de restar los pagos y gastos a los ingresos recibidos. El motivo del ahorro suele ser prevenir necesidades futuras.
La canalización del ahorro a través de los mercados y los productos financieros, hacen que este se convierta en inversión, de modo que el dinero genere una rentabilidad para el ahorrador.
INVERSIÓN:
Se puede considerar como el método por el cual el capital ayuda a la actividad productiva, con el fin de conseguir unas ganancias y el consecuente aumento de mismo. La inversión tiene muchas modalidades destacando algunas muy antiguas como: monedas, sellos, cuadros, antigüedades, etc.
Existe la inversión colectiva donde se incluyen las acciones, bonos, letras, obligaciones, fondos de inversión, pagarés etc. Además de la inversión institucional que mueve gran cantidad de capital y recursos con la finalidad de mejorar las arcas de los organismos públicos.
DIFERENCIAS AHORRO – INVERSIÓN:
La principal diferencia entre el ahorro y la inversión radica en el factor riesgo.
- El ahorro tiene “casi nulo riesgo” de perder el capital desembolsado –depósitos, cuentas a la vista, etc.-
- La inversión dependiendo del producto elegido tiene distintos niveles de riesgo y por consiguiente, distintas rentabilidades a percibir.
Veamos ahora el factor del rendimiento del capital.
- El ahorro produce rentabilidades establecidas con anterioridad en forma de intereses o productos de consumo.
- La inversión tiene una gran gama de posibilidades en concepto de rendimiento ya sea en dividendos, plusvalías, revalorizaciones del capital; existiendo la posibilidad de tener rendimientos negativos e incluso la perdida del capital invertido.
El siguiente factor a tener en cuenta es el objetivo buscado por la persona o entidad que maneja el capital.
- El ahorro tiene como objetivo principal disponer del mismo en el corto plazo, en momentos de necesidad o emergencia, sacrificando por ello la rentabilidad que suele ser bastante más baja.
- La inversión busca objetivos dispares, como pueden ser recogidas de beneficios en el mismo día –intradía- o crecimientos del capital a largo plazo –incluso años-
Conozcamos los productos más representativos de las dos opciones de colocación del capital.
- El ahorro se dispone habitualmente en productos tan comunes como son: cuentas a la vista, libretas de ahorro vivienda y depósitos a plazo.
- La inversión utiliza los recursos de dos formas: Renta fija mediante letras, bonos, obligaciones o pagarés y Renta variable con acciones, fondos de inversión, derivados, existiendo una gran variedad en el mercado.(Visitar esta eficaz y económica plataforma de contratación, con periodo de prueba gratis).
COMENTARIOS Y CONSEJOS:
La decisión de ahorro o inversión siempre debe estar precedida de un estudio detallado y reflexionado de nuestras propias posibilidades, de los ingresos recibidos, de los gastos futuros y especialmente de nuestra capacidad de riesgo en el caso de decidirnos por la renta variable.
Nunca se deben cometer los típicos y duros errores que otros muchos han cometido con anterioridad, como son:
- Pensar que la rentabilidad de un producto de renta variable siempre va a seguir siendo positiva como en años precedentes.
- Intentar conseguir o superar, el dinero conseguido por algún familiar o conocido en el mismo producto financiero.
- Utilizar un capital necesario del que tras realizar una supuesta inversión a corto ésta se convierte en largo, quedando “pillado” durante más tiempo del que se deseaba.
- Realizar depósitos en entidades de “dudosa transparencia” influidos por el reclamo de altas rentabilidades.
Bueno, en varios artículos anteriores de esta sección, hay otros muchos consejos que debemos aprender y fijar en nuestro cerebro a la hora de decidir que utilidad le damos a nuestro dinero para sacarle el mejor partido.(Ver artículos “La renta fija como inversión” y “¿Sabemos invertir en bolsa?”).
Debemos recordar la pregunta del principio ¿Qué hacemos, ahorrar o invertir?, la respuesta y la responsabilidad siempre es del propio inversor o ahorrador.
Para este artículo recordaremos una frase que dice así: «La economía es la siembra y el ahorro la cosecha», O. S. Marden.
Nosotros seguiremos “sembrando” ideas y experiencias para los lectores como usted. Esto será otro día.