Eva ha hablado del equilibrio entre el tiempo y el dinero, así como del gasto por hora, y yo comentaba que invirtiendo una tarde se pueden mejorar las finanzas personales, lo irremediablemente nos lleva a la pregunta siguiente
¿Cuánto vale nuestro tiempo? Cuantitativo
Algo ya se cubrió en «Pagar a otros por un servicio», intentando valorar el coste de nuestro tiempo libre para decidir si valía la pena subcontatar a alguien por ejemplo para hacer las tareas de limpieza del hogar. No obstante, si bien se exponía un caso doméstico, lo que se explicaba allí aplica también al mundo laboral, a las empresas con sus trabajadores. Desgraciadamente la pregunta «¿Vale la pena sub-contratar algo o lo hacemos nosotros?» no siempre se hace, y se acaba pagando en exceso por un servicio que podría haber sido sub-contratado por mucho menos dinero del que supone tener a los trabajadores dedicados a realizar esa tarea.
Lo mismo se puede aplicar en la compra semanal. He visto impresionado las generaciones que acuden a 3 o 4 supermercados en busca de los productos más económicos, o que son capaces de hacer colas insufribles por ahorrar algún euro. La frugalidad dice que cualquier dinero que podamos ahorrar es bueno, pero ¿a qué precio? ¿Realmente vale la pena ir a tantos lugares y pasar una mañana haciendo la compra para ahorrar 3€? Una vuelta de tuerca más: ¿Realmente vale la pena ir en coche al supermercado si podemos comprarlo online aunque sea pagando más? En este caso estaríamos subcontratando el servicio de recogida y transporte, algo que no nos aporta nada y que al subcontratarlo nos permitiría dedicar esa mañana a realizar las tareas domésticas sin necesidad de contratar a alguien para hacerlas.
Y por qué no, también es aplicable al mantenimiento de nuestro hogar.
¿Podemos ocuparnos nosotros de las reparaciones del hogar?
En casa siempre hemos tenido la costumbre de arreglar las cosas y hacer el mantenimiento nosotros mismos. Nada del otro mundo: grifería, electricidad, pintar… lo que permite ahorrar un buen pico a medida que va pasando el tiempo.
Me comentaba un amigo que cambiar tres cajas de antena le costó algo más de 100€ y al técnico no le llevó más de 20 minutos. Llamar a un fontanero para que cambie un grifo o un lampista para que cambie un interruptor o un enchufe viene ser más o menos lo mismo. Con práctica, son tareas que requieren muy poco tiempo, y sin práctica, requieren paciencia. Cumpliendo un mínimo de normas de seguridad no entrañan más riesgo que ir a la compra. Aunque se trate de mantenimiento básico puede suponer un ahorro importante.
Hoy en día, hay una herramienta fascinante: internet. A un par de clics hay foros-blogs de bricolaje, video-tutoriales y cursos de cualquier tipo, evidentemente gratuitos. Podemos aprender desde poner un parquet flotante hasta hacer una verja de forja. Si además sabemos inglés aún se nos abren más puertas, teniendo cursos, tutoriales y manuales que no mucho tiempo atrás serían impensables.
Pequeñas reformas no son complicadas: cambiar una vitrocerámica por una placa de inducción, cambiar las visagras de las puertas de la cocina porque se han averiado y hacen ruido o se descuelgan las puertas…ya no es lo que ahorramos al hacerlo nosotros, es la calidad de vida que ganamos al mejorar nuestra casa poco a poco o simplemente saber que podemos hacer frente a contratiempos sin tener que llamar al servicio de urgencias 24h.
Además, hay una máxima para estas situaciones que cada vez se demuestra más, dado que «la mano de obra económica no suele ser profesional y la mano de obra profesional no suele ser económica» y es que nadie va a tratar con más cariño tu casa que tú que vives en ella.
Sí, sí, muy bonito todo, pero hacer cosas en casa requiere tiempo, y eso supone dinero, pero ¿Cómo cuantificarlo?
Coste real de nuestro tiempo: El Salario Real
Para saber cuanto vale nuestro tiempo y cuanto cuesta dedicarlo a hacer cosas en casa es necesario saber cual es tu salario real. Supongamos que cobras 1.500€ netos al mes, tienes 12 pagas, te quedas a comer en un garito que el menú te cuesta 7€ y tardas 30′ en llegar al trabajo en transporte público, que te cuesta otros 30€ al mes. Quitando a tu salario mensual los 30€ de transporte y los 7€ diarios del menú y considerando que tu jornada son 8h más 1h de transporte te queda un salario real de 7,39€ la hora, nada que ver con los 9,38€ de mirar únicamente las horas de trabajo.
Si además vas en coche has de añadir gastos de gasolina, seguro, impuestos, amortización, parquing… También has de añadir todo lo que has de subcontratar en casa porque no puedes hacerlo tú por falta de tiempo. No olvides añadir también el gasto de indumentaria de trabajo (traje, zapatos) así como los gastos derivados (tintorería).
Haciendo números:
Supongamos que tu salario real es de 10€/hora. Si alguien por cambiarte un enchufe va a cobrarte 30€, podrías dedicar 3 horas de trabajo a realizar ese cambio. En 3 horas puedes buscar decenas de tutoriales, ver varios vídeos, practicar con un enchufe viejo, bajar a la ferretería, comprar el enchufe y las herramientas necesarias, cambiar el enchufe y celebrar la hazaña con una cerveza. Es decir, podrías sacrificar 3h de trabajo para cambiar un enchufe. La realidad es que si tienes las herramientas y recambios de enchufe en casa es algo que se hace en poco más de cinco minutos.
Post Data:
Me han comentado que en esta entrada parecía que considerara que invertir el tiempo en cosas en las que a mi no me parecen entretenidas es una estupidez. En ningún momento era mi intención dar esa impresión, la valoración la hacía desde un punto de vista meramente económico. El «valor añadido» y la «pérdida de tiempo» son conceptos relativos y personales, y es por ello que no los he utilizado en ningún momento. Corresponde a cada uno decidirlos y ponerlos en juego en sus ecuaciones, y decidir según lo vea. Del mismo modo, en ningún momento estoy condenando «la compra tradicional», y aún menos el ir a pasar la tarde «al super grande». Y cuando digo «he visto impresionado las generaciones que acuden a 3 o 4 supermercados» no estoy siendo irónico, hablo de los abuelos, de los que estoy impresionado porque son capaces de mantener un ritmo de vida apacible en una sociedad con prisa y en la que «todo es para ya».
Y el hecho de usar el salario real en lugar de estimar un «salario de tiempo libre» es porque el salario de tiempo libre nuevamente es relativo y personal, mientras que el salario real es el que hay, y es cuantificable. Además, quería recordar que el salario que nos pagan cada mes no es el dinero que realmente estamos ganando. La diferencia puede llegar a ser bastante importante.
One Response to “¿Cuánto vale nuestro tiempo? Reparaciones en casa”
Frugalidad y acumulación | Comparativa Bancos
[…] algún valor. Podemos guardar la ropa vieja para hacer trapos, o trozos de madera y tejidos para alguna reparación, solo por poner dos pequeños […]