Entrevista tras entrevista, pero nunca eres el elegido. Cuando comenzamos a buscar trabajo y no lo conseguimos con una cierta rapidez, todos nos hemos preguntado en algún momento qué hacemos mal. ¿Cuáles son los errores más frecuentes de los solicitantes de empleo? Según los gestores de personal, hay tres errores básicos que dejan fuera a muchos candidatos.
Error 1: No saber a quién te diriges
Conocer la filosofía y los requisitos de la empresa en la que vas a solicitar un puesto de trabajo es de vital importancia. Debes hacer los deberes, no solo informándote sobre la compañía en la que pretendes trabajar, sino manteniéndote informado de todas las normas y tendencia dentro de la industria. El perfil de trabajador que buscan en el Corte Inglés no es el mismo que buscan en Google ni se parece al que requieren en Seat.
Una vez que hayas recopilado toda la información que puedas al respecto, el siguiente paso es asegurarse que tu comportamiento y la información o la imagen que das de ti mismo en la entrevista van a ayudarte, no a perjudicarte.
Error 2: Hablar mal de personas con las que hayas trabajado antes
Tanto si se trata de un compañero, como si es un jefe o un subordinado, hablar mal de tus antiguos colegas da una mala imagen de ti como trabajador y sugiere un perfil que puede ser conflictivo.
En la actualidad, la gestión de personal más especializada presta atención no solo a las referencias y recomendaciones que pueda dar de ti un superior, sino también las de otros compañeros que estén en tu mismo nivel o por debajo. Y además, es bueno recordar que puede que algún día termines trabajando para alguno de ellos. Por lo tanto, mantén los comentarios negativos al mínimo y utiliza herramientas como LinkedIn para conseguir referencias a todos los niveles.
Error 3: La falta de confianza
No importa que hayas ido a la mejor universidad y tengas todas las capacidades necesarias para el puesto. Si transmites desesperación o falta de confianza al entrevistador, serás descartado casi con toda seguridad. Ante todo, tienes que dar la impresión de tener absoluta confianza en que podrás desempeñar tu puesto a completa satisfacción.
En el caso de que estés aspirando a un puesto de cierta relevancia, es importante dejar también claro qué esperas obtener de tu trabajo en términos de salario, horarios o responsabilidades. De lo contrario puedes dar una impresión de debilidad que no se ajusta a un puesto de responsabilidad. No olvides que conocer tu propio valor es también muy importante.