Adquiriendo acciones para cobrar sus dividendos

Un saludo queridos lectores, estreno esta sección con el fin de compartir con vosotros las experiencias, alegrías, decepciones y aciertos de los pequeños inversores en depósitos, letras, pagarés, bonos y acciones que disfrutamos y sufrimos, debido a los vaivenes de la economía española a lo largo de estos últimos años.

Hoy comentaremos una opción de inversión de total actualidad en los medios de información: La BOLSA (IBEX-35)

Hagamos un breve resumen de la evolución que ha tenido este índice en el periodo comprendido entre 1995 – 2010:

• 1995-2000  Subida escalonada —- De 3.500 a 13.000 puntos.
• 2000-2003  Bajada —-  De  13.000 a 5.500 puntos
• 2003-2007 “Subidón” —- De 5.500 a 16.000 puntos
• 2007-2009 “Caída a plomo” —-  De 16.000 a 6.800 puntos (Julio 2009).
• 2009-2010  Mercados con altibajos, dudas, nervios —- De 12.222 a 8.800 puntos. (Junio 2010).

Es sabido el eterno dilema que siempre nos encontramos los inversores a la hora de saber qué hacer con nuestros pequeños ahorros, fruto del esfuerzo y trabajo diario familiar. Pues bien, partiremos de la base de que con cierta madurez intelectual, la lógica nos indica no arriesgar más de lo preciso en nuestras inversiones, a fin de rentabilizar nuestro capital.

Son muchas las personas, que prefieren intentar obtener una rentabilidad mayor, aunque arriesguen una pequeña parte de su capital. Tanto las inversiones en depósitos a plazo como la compra de acciones son compatibles y aconsejables para la “famosa” diversificación del dinero a invertir.

No obstante, los decálogos del inversor advierten normas básicas de conducta para realizar compras de acciones:

• Tener una capacidad de ahorro estable.
• No tener deudas o pagos fijos que superen el 50% de tus ingresos.
• Respetar tus limites de ganancias y riesgo (+15%  ó -7% )
• Seguir la tendencia del mercado “alcista” (“BULL”) ó “bajista” (“BEAR”).

Sin embargo, existe una alternativa muy válida, que en ocasiones, en las sucursales bancarias no explican con  claridad, y que consiste en comprar acciones de empresas del IBEX y mantenerlas para cobrar los dividendos.

Tres ejemplos: TELEFONICA (+7,53%), SANTANDER (+7,24%), BBVA (+5,26%) y todo ello en un periodo aproximado de 12 meses.

Llegado a este punto, queridos lectores, si los bancos y cajas se están estirando lo que pueden el  cinturón con la rentabilidad de nuestros ahorros, (ver comparativa de bancos y depósitos), si la inversión inmobiliaria puede tardar varios años, si los fondos de inversión no son de control directo (gestoras) y el oro “esta por las nubes, no es de extrañar que tengamos una lógica precaución al riesgo. Por ello, podemos dedicar parte de nuestra inversión a títulos de empresas grandes y solventes que en momentos de crisis como la actual, reparten a sus accionistas unos dividendos con rentabilidades por encima del mercado, con el compromiso de mantenerlas en el tiempo, y la posibilidad de que en unos meses, vendamos nuestras acciones aprovechando alguna subida en su cotización -que las hay durante 1 ó 2 años-  y así realizar las plusvalías que correspondan.

Nadie tiene una varita mágica, y sobran, desde luego, los gurús, adivinos, agoreros y esa “tropa” de analistas del “toro pasado”, que siempre aciertan inversiones pasadas. El pequeño inversor o ahorrador con palabras claras, menos tecnicismos y buenos consejos prácticos, es capaz de manejar sus finanzas, asumiendo los riesgos mínimos para lograr su objetivo.

No deja de ser una opción.

Ya hablaremos en esta columna de la deuda, el Euribor (euro/dólar), el petróleo, las pensiones, los presupuestos…y otras cosas de las que nos “tocan” el bolsillo, siempre desde el punto de vista subjetivo de éste, y como tantos otros miles, “pequeño inversor”.