Como todos los años por estas fechas, la Navidad ya está golpeando a nuestras puertas. Estas fiestas son, posiblemente, las que más consumismo generan en todo el año, y buena parte del gasto se lo llevan los regalos. ¿Aún no sabes qué regalar a tus seres queridos? ¿La recesión te está machacando? Tal vez tengas que plantearte no comprar nada, al menos este año.
Si lo piensas fríamente, esta actitud, aunque sea por necesidad, puede ser una bendición. Sin juguetes de plástico, ropa nueva, cacharros más o menos inútiles o compras histéricas la víspera de Reyes.
Y para los que no quieren renunciar a hacer regalos a los suyos, aquí tenéis algunas sugerencias interesantes.
Regalos para niños
No hay ninguna regla que nos impida comprar regalos de segunda mano en lugar de nuevos. Páginas como eBay pueden darnos muchas ideas por un módico precio.
Si conocemos a otras personas con niños, podemos optar por intercambiar juguetes. Saca del baúl los juguetes que no se usan y cámbialos por otros con amistades o familiares.
La presentación es importante, y para muchos niños “nuevo” significa cajas de embalaje y marcas. Busca soluciones imaginativas para envolver los regalos de forma que resulten lo más atractivos posibles y que parezcan nuevos.
Por último, habla con tus familiares y explícales que están intentando reducir el número de regalos para los niños. Cuando conozcan la situación puede que te den ideas que puedas aprovechar.
Regalos para adultos
Tiempo. Es un regalo que siempre se agradece y puede resultar muy útil. Por ejemplo, ofrecernos a cuidar a los niños una vez al mes durante el año, o pintarles la casa gratis. Piensa en qué puedes ofrecer de ti mismo para facilitar la vida de los demás y proporcionarles algo que necesiten.
Experiencias. Desde entradas para el cine o el teatro hasta un carnet de socio relacionado con los gustos de la persona a obsequiar.
Delicatessen. ¿A quién no le gusta comer? Un buen producto consumible o un vino de calidad son siempre bienvenidos como regalo. Y si eres un buen cocinero, puedes incluso preparar tus propias especialidades sin necesidad de hacer un gran desembolso.
Nada. ¿Realmente tenemos que intercambiar regalos con todos los adultos de nuestra familia? ¿O con nuestros amigos o compañeros de trabajo? Piensa bien a quién pones en tu lista de regalos, porque en muchos casos puede bastar con una tarjeta o una llamada de felicitación.
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