Hace unos días tuve una larga charla con un amigo cuyas opiniones valoro mucho.
Me preguntó cuál pensaba que era el error más frecuente que se cometía en finanzas personales, y tras pensarlo un poco, contesté que lo que más veo es gente que se encuentra en apuros económicos ante algún acontecimiento inesperado. Parece que tenemos tendencia a planear nuestras vidas como si todo fuera a marchar perfectamente y, en cuenta algo imprevisto nos sacude, nos entra el pánico. Incluso cosas pequeñas, como tener que llevar el coche al taller, pueden desbaratar los planes de muchos y obligarlos a endeudarse.
La respuesta a esto es bastante obvia: hay que tener un fondo de emergencia preparado. También es buena idea pagar un seguro si realmente lo necesitamos.
Cuando no haces nada de esto, los sucesos inesperados que aparecen de repente te pillan completamente desprevenido y sin capacidad de respuesta.
A todo esto mi amigo me respondió algo bastante interesante: “Mucha gente se pasa la vida corriendo de un lado a otro para apagar los fuegos que van surgiendo. El argumento sería que invertir algo de tiempo en prevenir esos fuegos nos ahorraría un montón de tiempo y dinero a posteriori.”
Bingo. La mayoría de los gastos inesperados que tenemos nos llegan por correr hacia el fuego, no por apagarlo.
Sabemos que tarde o temprano se nos estropeará el coche. Sabemos que siempre existe la posibilidad de que nos quedemos en paro. Sabemos que alguno de nuestros electrodomésticos terminará por fallar en los próximos años.
Aún así, la mayoría de nosotros no pensamos en ello. En lugar de eso, disfrutamos de nuestras vidas bajo la premisa de que nada malo puede pasarnos.
Y cuando nos pasa, es como si nos cayera una bomba atómica encima. Empezamos a vivir a base de tarjetas de crédito, aumentando nuestra deuda como si no hubiera un mañana. Pagamos una reparación y acabamos gastando más en intereses que en lo que nos costó el pago inicial. Nos dedicamos a achicar el agua, pagando a Pepito con el dinero de Fulanito.
Es estresante. Nos quita un montón de tiempo. Es un gasto de dinero garantizado. Y algunas veces, nos pilla de verdad el toro y nos deja en cueros.
¿Cuál es la alternativa? Como siempre, gastar menos de lo que ganas – aunque solo sea un poco. Alguien que ahorra cinco euros al mes siempre estará en mejor situación que alguien que no ahorra nada.
Hay muchas personas que piensan que ya están al límite, que están obligadas a gastar todo lo que ingresan y que no tienen margen para el ahorro o para hacer planes de futuro.
Aquí dejo una propuesta para todos aquellos que siente que se dedican a apagar demasiados fuegos un día sí y otro también:
Encuentra cinco cosas que puedas cambiar en tu día a día. Tanto si es dejar de tomar todos los días el café fuera de casa, como si es instalar un termostato programable. Tal vez puedas organizarte con algún compañero (o varios) para ir al trabajo, con el consiguiente ahorro en gasolina. O cocinar en casa una noche más a la semana. O empezar a comprar un producto de marca blanca para sustituir a otro más caro.
Si puedes cambiar cinco cosas en tu rutina, aunque sean pequeñas y no supongan un cambio importante en tu vida, verás las cosas de otra manera.
Una vez que lo hayas hecho, calcula cuanto estás ahorrando al mes con ellas. El café puede ahorrarte cinco euros o más a la semana. Comer un día más en casa puede ahorrarte entre 15 y 30. Los productos de marca blanca 1 euro. El termostato regulable 10.
Suma el total y abre una cuenta de ahorros en la que ingreses una cantidad semanal o mensual de forma automática. Y después, olvídate de ello. Ya has calculado ese ahorro y no tienes que repensarlo.
Cuando el próximo imprevisto se presente, vete a esa cuenta en lugar de tener un ataque de nervios. De hecho, te darás cuenta de que todo está bajo control. Un par de clicks o una simple transferencia en tu sucursal más cercana es todo lo que necesitas para pagar la factura.
Hoy es el día en que puedes empezar a prevenir los fuegos, en lugar de ir a apagarlos.
Si sabes inglés puedes leer más artículos como este en thesimpledollar.com.
One Response to “Apagando fuegos”
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