Aprendiendo a usar el dinero como herramienta

Está claro que mi relación con el dinero hoy es bastante diferente a la que mantenía en el pasado. No es una relación perfecta, pero  me he reafirmado en el sector de los que ven el dinero como una herramienta, cuando solía pensar en él como un medio para conseguir una gratificación inmediata.

Un ejemplo:

Hace unas semanas decidí que tenía que lavar buena parte de las colchas y la ropa de cama, así que me marqué un día para hacerlo. Pensé: “No hay problema”.

El día llegó y aproveché la primera parte para estudiar e ir a recoger fotocopias y después un paquete a Correos. Después de comer me puse a trabajar traduciendo y subiendo cosas a una página web. Tras tomarme un pequeño descanso decidí que podía estudiar uno o dos temas más con los exámenes tan cerca.

Al final pensé: «No tengo tiempo para lavar y planchar toda esta ropa de cama. Tengo que estudiar»

Al poco me di cuenta de que podía llevar la ropa perfectamente a la tintorería. A fin de cuentas, el dinero está para eso, para usarlo cuando nos es necesario.

El dinero como herramienta

Es difícil describir cómo era mi relación con el dinero en el pasado. Para mí era el máximo objetivo. Era lo que quería, pero no hacía nada para ganarlo o ahorrarlo. En lugar de eso, lo gastaba sin ningún control. Cada vez que compraba algo, me sentía mejor por alguna razón.

Sé que me estaba engañando a mí misma, y me llevó años enmendar ese espejismo de prosperidad. Ahora es cuando realmente uso el dinero como herramienta. La riqueza en sí no es el objetivo, sino la felicidad. Hacer las cosas que me gustan – leer, escribir, pasar tiempo con mi pareja y amigos – es el objetivo. El dinero es útil cuando me ayuda a hacer lo que quiero, usado correctamente.

• El dinero compra tiempo. Creo que todos entendemos esto de forma abstracta. Algunas veces, como en el caso de lavar la ropa, el dinero compra tiempo de forma literal, pero normalmente suele ser algo más sutil. Cuando pienso en el dinero que invierto en mi plan de pensiones, cada euro me está comprando calidad de vida en un tiempo futuro para  hacer lo que me apetezca.
• El dinero te ayuda a conseguir objetivos. Te facilita hacer las cosas que tienes que hacer. Si no empleamos nuestro dinero en comprar cosas que en realidad no necesitamos, lo podemos usar para intentar lograr nuestras metas prioritarias.
• El dinero simplifica la vida. Este punto es bastante obvio, pero es cierto que el dinero te puede evitar mucho trabajo duro. Te compras un coche para no tener que ir andando o depender del autobús. Puedes contratar a alguien para que te haga las tareas domésticas. Y así, muchas cosas más.

Para mí, la transición entre usar el dinero para conseguir una graficación instantánea pero efímera a usarlo para objetivos mayores fue bastante lenta. Me llevó mucho tiempo darme cuenta de lo tonta que estaba siendo. Una vez que lo hice, me llevó algún tiempo más romper con mis malos hábitos y conseguir un cierto autocontrol.

Ahora ha llegado el momento en el que puedo llevar ropa a la tintorería sin sentirme culpable, porque es un gasto plenamente consciente.

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