En el interesante, incierto y complejo mundo de la inversión en renta variable nunca existe la seguridad financiera, sobre la rentabilidad final a alcanzar o sobre el nivel de cotización que pueda llegar a tener un valor o índice bursátil determinado dentro de una semana, mes, o un año.
Debemos considerar que los pequeños y medianos inversores, como humanos que somos, en muchas ocasiones intentamos acusar al mercado de Bolsa cuando este no se dirige adecuadamente en favor de nuestros intereses dinerarios y para ello solemos utilizar frases o excusas del tipo: “Esto siempre está manipulado”… “Las manos fuertes lo mueven todo”… “El gobierno debería tomar medidas”…etc.
Echar la culpa siempre al prójimo es una excusa de mal perdedor, y tal vez antes de hacerlo deberíamos considerar si tras un fracaso o pérdida considerable en Bolsa no hay algunas decisiones personales, técnicas u operativas mal realizadas. Veamos a continuación a modo de formación continua en esta sección Consejos Bolsa si debemos asumir como propios algunos de estos fallos o errores pretéritos a la inversión en los mercados y especialmente orientado como protección y advertencia hacia los futuros inversores noveles.
- No saber dónde metes el dinero: Consiste básicamente en invertir en productos financieros sin tener los conocimientos esenciales sobre el potencial riesgo dinerario asumido para los bolsillos del inversor (perfil inversor).
- Invertir influenciado por los familiares o amigos: Este error es más común de lo que en un principio pueda parecer, dado que para algunas personas puede resultar psicológicamente difícil no caer en la tentación cuando por ejemplo tu amigo o cuñado dice: “Pues yo acabo de ganar X cientos de euros en solo tres meses invirtiendo en el valor Z”.
- Ausencia de planificación o estrategia inversora: Invertir sin haber calculado de manera previa los puntos o niveles de compra-venta, el periodo temporal de la inversión (corto, medio, largo plazo), ni trazar las metas financieras o los objetivos de rentabilidad a alcanzar.
- ¿Has diversificado tu inversión? Es evidente que un error muy común para muchos nuevos inversores es “apostar” (invertir) todo el capital a un solo valor bursátil. El riesgo será máximo comparado con el que asumirías si dicho capital lo repartes entre 3, 4 o 5 valores cotizados en Bolsa de diferentes sectores.
- La disciplina y la paciencia inversora: Debes ser disciplinado a la hora de operar en los mercados y respetar tus propias decisiones iniciales sin caer en la euforia impulsiva ante las primeras ganancias o el excesivo pesimismo deprimente ante las siguientes pérdidas en renta variable.
- No existe el factor revancha en los mercados: Nunca deberás establecer con el mercado una reacción inversora de “revancha” (invertir el doble o el triple) por haber perdido en las anteriores inversiones. El resultado de este tipo de operativas suele ser unas mayores pérdidas dinerarias y la clara frustración anímica personal para el inversor menos experimentado.
- La repercusión inversora a la hora de los impuestos: Debes saber como te afectarán las futuras plusvalías alcanzadas, niveles de ingresos anuales totales y establecer una planificación fiscal personal acorde con los diferentes productos financieros en tu poder antes de pasar por Hacienda (buscar asesoramiento profesional).
Invertir actualmente en los mercados de valores aun con sus inciertos periodos de alta volatilidad y fuertes correcciones en sus índices y cotizaciones sigue siendo una buena opción financiera (entre otras) de rentabilizar el capital destinado a la inversión, con la vista puesta en el medio–largo plazo inversor.
Como hemos repetido en anteriores artículos para nuestros muchos lectores y en el lenguaje lo más coloquial posible, esta actividad financiera sensata y razonada deberá ser voluntaria y nunca resultará carente de riesgos. Sabiendo que el resultado final de la inversión bursátil siempre es impredecible deberás recordar antes de buscar excusas que suele ocurrir en: “Bolsa: Cuando la culpa es del inversor”.
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La frase elegida para este artículo dice así:
No se sale adelante celebrando éxitos sino superando fracasos.
Pericles