La situación actual de los mercados de valores es de franca recuperación en los precios de las acciones cotizadas en Bolsa. Con este tipo de optimismo moderado ante la inversión en renta variable y con la esperanza de poder obtener buenos rendimientos dinerarios por su futura apuesta inversora son muchos los pequeños y medianos inversores que se plantean volver a invertir con la compra de títulos o vía fondos de inversión de renta variable.
Antes de proceder a ejecutar las correspondientes órdenes de compra de activos mediante su intermediario financiero (bróker) sería conveniente o muy adecuado recuperar unos conocimientos básicos a la hora de realizar una correcta valoración de las acciones que vamos a comprar y sobre todo, el precio justo que debemos pagar por las mismas. La diferencia entre el valor de las cosas y su precio real es lo que determinará si una puntual inversión tiene potencial de beneficios, dado que solo una correcta valoración de la empresa antes de invertir responderá algunas de las múltiples y habituales preguntas del inversor novel como puedan ser las siguientes: ¿Cómo crear una cartera de inversión?… ¿Qué acciones debo comprar?… ¿Esta acción está cara o barata?… ¿Dónde puedo aprender a invertir?…etc.
Las respuestas deben ser diferentes para cada futuro inversor debido a sus distintos perfiles ante los mercados, formación técnica y capacitación psicológica para soportar y superar las “crisis” periódicas de los mismos. Solo la preparación, elaboración de estrategias y planificación de las mismas, más la disciplina necesaria para llevarlas a cabo hasta el final habilitarán al nuevo inversor para alcanzar el éxito bursátil.
Conseguir beneficios en los mercados de Bolsa nunca es sencillo y se deberá empezar la inversión por la vía de los fondos de inversión mixtos (por ejemplo), como forma de practicar y sentir las primeras sensaciones positivas o negativas ante las lógicas fluctuaciones diarias del mercado. Por experiencia diremos que las primeras inversiones siempre marcarán el espíritu o la determinación del inversor novel, que podrá creerse un “fracasado” si pierde dinero o por el contrario, “un superdotado de las finanzas” si sus primeras participaciones se realizan con beneficios… pues realmente… ¡No será ni lo uno, ni lo otro!
PRECIO DE UNA ACCIÓN Y SU VALOR
Para tener más clara aún la diferencia entre estos dos conceptos (precio y valor) el inversor menos avezado se pude imaginar el siguiente ejemplo: ¿Usted compraría un comercio o negocio por el doble o el triple de su valor? La respuesta más sensata sería… ¡NO!… ¿Entonces, porqué estará dispuesto a pagar precios más altos por las acciones de empresas cotizadas en Bolsa?
No tiene ningún sentido lógico, sensato o financiero pagar lo que no vale un determinado título bursátil y para ello, de manera previa a la inversión se deberán calcular factores esenciales como puedan ser el periodo temporal de la misma, los riesgos a asumir o los supuestos beneficios y rentabilidad a alcanzar. Nadie en su sano juicio compraría una casa, comercio o negocio que en libros valga 200.000 euros, por 600.000 euros (por ejemplo). Pues esto es aplicable a la inversión en Bolsa, no debiendo pagar por una acción precios muy superiores según las cuentas históricas por rentabilidad, resultado anual de la empresa y las expectativas reales y fiables de beneficios futuros.
El conocimiento del valor real de la empresa cotizada en Bolsa facilitará al nuevo inversor la elección del mejor momento para invertir huyendo de las “modas” o la excesiva publicidad mediática, para fomentar la compra de un determinado valor a precios de euforia inversora que pasados unos meses se podrá convertir en un “pozo sin fondo” y que por ende transformará al pequeño inversor cortoplacista en un claro y apenado inversor a largo plazo forzoso.
El mundo de la inversión bursátil es complejo y solo apto para aquellos que se planteen participar en los mercados sabiendo sus reglas, riesgos y oportunidades. En esto, no existen los atajos ni las gangas, solo una adecuada formación y asesoramiento profesional evitará que ante las últimas subidas prolongadas en la Bolsa muchos individuos con buena voluntad y poca experiencia confundan que en: “Bolsa: El precio pagado no es su valor”.
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La frase elegida para este artículo dice así:
Una acción no sabe que tú la has comprado.
Warren Buffett