Cuando los mercados de valores realizan bruscas maniobras de corrección en los precios de las acciones que forman sus índices principales la opinión pública y especialmente, la prensa especializada en el sector financiero suele publicar concienzudos análisis sobre los “mil motivos” de tal cambio negativo, para los intereses de la mayoría de los pequeños y medianos inversores que se suelen ver muy sorprendidos, bloqueados e incluso, asustados por este tipo de movimientos rápidos de difícil adivinación y qué tantas pérdidas dinerarias les pueden generar.
La historia financiera mundial nos suele recordar que hechos muy parecidos o similares ya aparecieron en distintos periodos temporales y cómo, los mercados bursátiles vieron caer las cotizaciones de sus acciones en las empresas cotizadas más conocidas, fuertes y valoradas en ese momento hasta niveles no previstos ni en los peores sueños de los inversores más avezados y experimentados. El origen de este tipo de convulsos movimientos en los parqués de Bolsa lo tienen las llamadas “burbujas financieras”, que son fenómenos producidos por la fuerte, incontrolada e irracional especulación de algún producto o materia prima e incluso de simples activos financieros que, durante cierto tiempo se han ido sobrevalorando hasta generar expectativas financieras que al final resultan nefastas para la economía internacional o nacional y por ende, para los apostantes particulares en los mercados que las verán “explotar” de manera fulminante con sus peores consecuencias dinerarias para sus intereses.
RECORDANDO BURBUJAS HISTÓRICAS
Para mejor conocimiento y recuerdo de nuestros muchos seguidores de esta sección de Consejos de Bolsa veamos algunas de las más famosas burbujas financieras que ocurrieron en el pasado:
- Burbuja de los Tulipanes (Siglo XVII): Se produjo en Holanda mediante la especulación en el precio de los bulbos del tulipán que, traídos desde Turquía un siglo antes hicieron las delicias de los holandeses asumiendo esta flor como símbolo nacional. El negocio del tulipán se extendió rápidamente por el país generando fuertes beneficios para sus primeros cultivadores creándose una “burbuja” en los precios que crecían exponencialmente hasta niveles totalmente irracionales. En el año 1637, la realidad del mercado hizo caer el precio del activo hasta desencadenar una reacción en cadena que arruinó el precio de los tulipanes, el país y a sus ciudadanos.
- Burbuja y Crash del 29: Quizá sea la más famosa y estudiada de la historia de los mercados de valores a nivel mundial y se produjo en el año 1929, en Estados Unidos. Su origen fue el largo periodo de alto crecimiento económico de ese país después de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), cuando el aumento exportador produjo fuertes beneficios y fortuna para muchas empresas lo que incentivó la inversión bursátil de manera muy generalizada en la población a lo largo de varios años. Las entidades bancarias empezaron a prestar “dinero y más dinero a los particulares” que éstos reinvertían en acciones, lo que a su vez catapultaba todavía más alto a los mercados. La euforia, la irracionalidad y la “locura inversora” se terminó de repente y la vuelta inesperada a la realidad económico-financiera de tal desatino bursátil se produjo el viernes 18 de octubre de 1929 –Crash bursátil- con gravísimas consecuencias para los ciudadanos y las empresas que acabó generando la Gran Depresión en USA durante más de 10 años.
Este tipo de fenómenos de masas inversoras potenciados por la alta especulación carente de sentido y lógica financiera se ha vuelto a repetir de manera insistente a lo largo del tiempo en sectores como el petróleo, el oro, la tecnología (empresas.com) o como ocurrió hace unos años en España con la “burbuja del ladrillo”.
Como pueden observar nuestros lectores, los mismos hechos de feroz especulación bursátil con resultados nefastos tienden a aparecer en los mercados, pero solo cambia el activo financiero utilizado como señuelo, por tanto para evitar caer en la próxima tentación del mercado (que la habrá), no estará de más recordar que siempre existieron. “Burbujas históricas en los mercados”.
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La frase elegida para este artículo dice así:
No saber lo que ha ocurrido antes de nosotros es como seguir siendo niños.
Cicerón