Cuando pensamos en la inversión en los mercados de Bolsa solemos soñar con la apertura de una buena cartera de inversión, la compra de acciones a precios adecuados y pasado un periodo temporal (el menor posible) realizar la venta de los títulos a precios superiores, con sus consiguientes plusvalías y beneficios financieros para nuestros bolsillos. Bien, la idea es muy buena y “soñar es gratis”, pero la realidad de los mercados de renta variable… ¡NO LO ES!
Partiendo de la base de que cualquier pequeño o mediano inversor puede ganar dinero en Bolsa con la simple acción de comprar unas acciones y que la fortuna, le sonría prontamente en forma de ascenso en las cotizaciones de sus valores debemos tener muy presente aprovechando un símil futbolero que lo más difícil no es “marcar un gol”, lo complicado es ganar un partido, por no decir llegar a… ¡Ganar una Liga!
La inversión con posibilidades de éxito, para el participante en Bolsa deberá reunir otros aspectos técnicos y sobre todo psicológicos a la hora de operar en los mercados y los inversores noveles han de tener claro el terreno financiero que pisan, para evitar sufrir fuertes “descalabros monetarios” a las primeras de cambio y salir del parqué pensando que esto de la Bolsa es para usureros, tahúres, tipos arriesgados y salvajes especuladores.
¿QUÉ BUSCAS EN LA BOLSA?
Más que una pregunta se tratará de una reflexión personal que deben realizar todos los aspirantes a inversores sobre todo, los ahorradores habituales de depósitos bancarios desplazados hacia la renta variable, vía fondos o directamente a las acciones cotizadas buscando mayores rentabilidades y motivados forzosamente, por los bajos tipos de interés existentes actualmente en el mercado. Veamos varios tipos diferentes de actitudes personales inversoras a la hora de participar en los mercados:
- “Sólo busco ganar dinero rápido”: Estás en el lugar equivocado y corres el riesgo inminente de perder todo el dinero que destines a la compra de acciones si eres un inversor novato. Como nuevo participante te tocará cometer errores al comprar, luego al no vender a tiempo y posteriormente, arrepentirte de no haber vendido y volver a recomprar cuando el precio de las acciones baje pensando que pronto volverán a subir hasta el nivel anterior… ¿Les suena este tipo de operativa errónea?
- “Voy a invertir como un juego más”: Es lícito plantearse de manera personal la apuesta inversora en la Bolsa como si se tratara de un juego, eso sí, de un juego que puede salir muy caro. La inversión bursátil no está exenta de emoción, riesgo, esperanzas, nervios, alegrías y por desgracia, frecuentes decepciones para los inversores menos avezados.
- “Quiero aprender, probar y ganar dinero”: Esto está mejor enfocado, es imprescindible tener presente que la formación inversora es esencial para intervenir en los mercados. Los nuevos inversores precisan para empezar su andadura de unos mínimos conocimientos básicos sobre el funcionamiento de la Bolsa, sus ventajas e inconvenientes y sobre todo, reconocer sus propias limitaciones técnicas, financieras y psicológicas, para poder soportar sus fluctuaciones habituales y los momentos de “pánico inversor” ante las periódicas fuertes correcciones de los mercados.
La inversión bursátil es un continuo aprendizaje para todos los inversores sean estos novatos o veteranos, los distintos factores externos que influyen en la Bolsa son los que la hacen más cambiante, variable, inesperada y a veces, como medio de gran atracción inversora se convierte en la mejor forma de rentabilizar el dinero ahorrado, para ello, primero antes de invertir deberás reflexionar de manera responsable, meditada y sensata la siguiente cuestión: “¿Qué buscas invirtiendo en Bolsa?”.
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La frase elegida para este artículo dice así:
La sabiduría es un adorno en la prosperidad y un refugio en la adversidad.
Aristóteles