Vivimos tiempos de turbulencias, tiempos de turbulencias en muchos ámbitos, uno de los más destacados es el bancario, y muchos de los que leerán este artículo puede que tengan temor por el dinero depositado en su banco de confianza, pero puede que no tan solo tenga miedo por el dinero depositado, sino también por los seguros que en el tiene contratados, y en este caso, ¿existe motivo para la preocupación?
Primero de todo decir que esta pregunta puede que no hubiera tenido sentido hace unas décadas, y no hubiese tenido sentido básicamente por dos motivos, primero porque por aquel entonces los bancos aún como norma general no se dedicaban a la rama aseguradora como lo hacen en la actualidad, y eso quedaba en manos de las compañías de seguros y de las corredurías que las intermediaban, y en segundo lugar porque hace tan solo unas décadas los bancos y las cajas de ahorro parecían un sector a prueba de bomba, incapaz de desaparecer, hoy todo eso ha cambiado.
En la actualidad los bancos y las cajas de ahorro juegan un papel muy activo en relación a los seguros, es más con este segmento complementan y diversifican sus otras (algunas maltrechas) áreas de negocio, y hoy también en la actualidad el sistema financiero y bancario mundial se tambalea como nunca antes en la historia reciente.
Pero lo dicho anteriormente no nos debe de generar ningún miedo, pues primero, una cosa es el banco y sus problemas patrimoniales y otras los seguros, ya que como norma general los bancos no son compañías aseguradoras en sí mismas, sino que actúan de correduría de compañías. Aunque es de reconocer que en muchos casos actúan de correduría de compañías creadas por ellos mismos, pero así y todo que no cunda el pánico, el sistema tiene unas garantías, y en un estado moderno y avanzado como el nuestro están funcionando adecuadamente.