China estaría dispuesta a invertir dinero público en Europa una vez que el continente tenga una solución clara para la crisis de deuda, reforme sus sistemas de prestaciones sociales e invierta dinero en sí misma.
Con la preocupación de que las economías de Italia y España terminen por contagiarse de la crisis griega y la desestabilización de los bancos del continente, los líderes europeos se han comprometido a ofrecer propuestas que calmen a los inversores en la cumbre de este domingo.
Aunque en fechas recientes se ha sugerido que Europa necesita una entrada de capital procedente de los países emergentes más ricos, como China, muchos opinan que la unión tiene dinero más que suficiente para resolver sus propios problemas – y que debe utilizarlo.
Jin Liqun, presidente del consejo de supervisores de la China Investment Corporation (CIC), avaló estas ideas durante una conferencia sobre fondos soberanos de inversión, dejando claro que el fondo chino mantendrá una perspectiva “de mercado”, y que invertirán cuando los europeos “hagan lo que tienen que hacer”. Es decir, que esperarán a que la economía europea se estabilice antes de entrar en ella.
En sus declaraciones Liqun advertía que “odia” el uso de términos como rescate o salvamento, y que la eurozona es una de las pocas entidades políticas que esperan recibir caridad de China y otros mercados emergentes. “Les respetamos, por favor, respétense ustedes mismos”, apostilló el representante chino.
Jin Liqun se mostró inusualmente directo al referirse a los problemas de Europa, y pidió a los líderes de unión que tengan las agallas necesarias para hacer reformas significativas – algo que tuvieron que hacer los líderes asiáticos cuando se enfrentaros a su propia crisis en los años 90.
Según su opinión, la raíz del problema europeo es un estado del bienestar sobrecargado, con unas leyes laborales que provocan pereza e indolencia en los trabajadores. “La gente tiene que trabajar más duro. Tiene que trabajar más horas”, sentenció.
No es la primera vez que se emplea el argumento de que, en tiempos de bonanza, los gobiernos europeos fundaron su prosperidad y sus generosos programas sociales en el déficit, sin invertir lo necesario en crecimiento. Por lo tanto, cuando la economía se ha ralentizado, los países europeos han empezado a tener problemas para pagar dicha deuda.
La crisis ha llegado a un punto crítico durante las últimas semanas, y ahora todos los ojos están puestos en la cumbre del domingo en Bruselas para demandar soluciones.
Sin embargo, el Ministro de Economía alemán Wolfgang Schäuble ha advertido que no debe esperarse demasiado de este encuentro. En principio, los líderes europeos presentarán un plan para reducir la deuda griega, obligarán a los bancos del continente a mantener unas mayores reservas de capital disponibles y tratarán de encontrar una fórmula que les permita poder usar el fondo de rescate para evitar que la crisis no se contagie a economías más grandes, como la italiana y la española.
Liqun ha urgido a los líderes de la UE a no buscar la perfección, sino a hacer algo, lo que sea, que realmente marque un antes y un después.