Todos sabemos que el mercado de trabajo está bajo mínimos y que la depresión se extiende entre los demandantes de empleo, que tienen que competir muy duramente para aspirar a cualquier puesto. Sin embargo, esto no quiere decir que no podamos conseguir trabajo.
He aquí algunos consejos para lograrlo:
Crea tu propia marca. Piensa que eres un coche. Qué es lo que te sugiere un utilitario (¿barato y aburrido?), un híbrido (¿ecológico?), o un deportivo (¿tengo suficiente dinero para pagarme la crisis de los cuarenta?). De acuerdo, puede que esas ideas no fueran las que el equipo de marketing de los fabricantes nos querían hacer llegar, pero es cierto que el sector del automóvil invierte mucho tiempo y dinero en diseñar y publicitar sus vehículos para enfatizar las características que los hacen especiales – potencia, seguridad, diseño, economía, etc. Es algo que les ayuda a encontrar su nicho de mercado y a presentarse ante una audiencia receptiva. Eso es lo que debemos hacer con nuestra carrera. ¿Cuál es tu marca?
Si no estás seguro, empieza con tres hojas de papel. Escribe en una las cosas que te apasionan, en otra las que te interesan y en la última qué habilidades y conocimientos posees. Escribe la mayor cantidad de ideas posibles y háblalo con tus amigos o con gente que te pueda asesorar para descubrir que tipo de trabajo concuerda con tus pasiones, tus intereses y tus habilidades. Ese es el nicho en el que puedes destacar. Busca a empleadores que estén en ese nicho y confecciona tu currículo para demostrarles lo bien que encajas en el puesto.
Amplia el campo de búsqueda. No busques solo en compañías que tienen puestos vacantes. Busca también en todas aquellas en las que puedas encajar, aunque no estén buscando personal. Investiga la historia de la compañía, sus objetivos y la composición de su equipo – es muy posible que esta información esté disponible en su página web.
Parte lo que puede venderte es lo que sabes sobre la empresa y lo que te gusta de ella. Recuerda que aunque estés contactando con esas empresas porque buscan trabajo, eso es lo de menos. Descubre qué problemas puedes ayudar a resolver en la compañía, pero de verdad, y úsalo en tu favor.
Acude a los amigos. No escuches la incesante cháchara sobre lo mal que está el trabajo y date cuenta de que la gente sigue consiguiendo empleo a pesar de todo. Simplemente es más complicado que antes. En el mercado actual, las personas que consiguen trabajo no suelen decir que lo han hecho contestando a un anuncio, sino a través de amigos y/o conocidos. Gran cantidad de puestos se consiguen por referencias o a través de la red social del empleador.
Teje una red. Puede que tus amigos no sepan de ningún trabajo, pero eso no significa que no puedan ayudar. Pregunta si conocen a alguien en las compañías o profesiones en las que estás centrado tus esfuerzos que estén dispuestos a hablar contigo aunque solo sean cinco minutos sobre su sector. Al final de esas conversaciones, pregúntales si te podrían presentar a otros cuatro o cinco amigos o conocidos que también estén dispuestos a charlar contigo. Esta técnica puede hacer que nuestros contactos con personas del sector aumenten de forma exponencial. Cuanta más gente hable con nosotros, más probable es que uno de ellos sepa de algún puesto.
No desfallezcas. Un partido de baloncesto no se gana con una buena canasta. Hay que seguir apuntando y encestando durante todo el partido. No esperes que una gran oferta de trabajo se materialice en la primera entrevista, o en las primeras quince. Sé positivo y constante. El mercado laboral es muy duro, así que vamos a necesitar de un extra de compromiso, determinación e iniciativa para seguir intentándolo cuando muchos otros ya han tirado la toalla. Nadie dice que será fácil – pero las cosas que merecen la pena rara vez lo son.