Cómo gestionar los gastos irregulares

Los gastos irregulares que no vienen cada mes si no una o dos veces al año son complicados de controlar y muchas veces nos pillan de sorpresa desajustándonos el presupuesto de ese mes.

Este tipo de gastos son el seguro de la casa, el seguro del coche, el IBI (Impuesto de bienes inmuebles) o el impuesto de matriculación del coche, por poner algunos ejemplos.

Lo primero que debes tener claro es que un gasto irregular no es una emergencia por lo tanto no toques tu fondo de emergencia para pagar este tipo de gastos.

Las emergencias son los gastos que no sabías que iban a venir, como por ejemplo, una avería del coche, un electrodoméstico que deja de funcionar y así sucesivamente.

Un gasto irregular es un tipo de gasto que sabes que se va a producir, que está próximo pero que puede que aún le quede unos meses para que llegue.

Por lo tanto estas no son emergencias y no debes usar tu fondo de emergencias para ellos.

¿Por qué no deberías usar tu fondo de emergencia para gastos irregulares?

La razón principal es que al gastar tu fondo de emergencias para cosas que no sean emergencias, vas a quedar expuesto a situaciones de emergencia reales. ¿Sabes quién Murphy? Si, si, el de la Ley de Murphy.
No tengas ninguna duda que si gastas dinero de tu fondo de emergencia en gastos irregulares, al poco tiempo tendrás un gasto imprevisto y te acordarás del dinero que te gastaste sin necesidad.

¿Cómo gestionar los gastos irregulares?

Puedes usar varias técnicas que yo también pongo en práctica.
En primer lugar, trata de sacar los gastos irregulares de tu presupuesto normal y crear un presupuesto únicamente para ellos.

Determina que gastos irregulares tienes al año y fija una cantidad para cada uno, en aquellos que puedas controlar como los seguros. En otros como los impuestos tendrás que adaptarte a lo que diga el Estado. Suma las cantidades y obtén el total de gastos irregulares que tendrás durante el año. Como es posible que te equivoques en el cálculo a la cantidad resultante súmale un 10%-15% de seguridad.

En segundo lugar, coge la cantidad resultante del paso anterior y divídela por 12 meses. Ahorra todos los meses esa cantidad y destínala sin excusas a pagar esos gastos irregulares.

No te olvides de tener este dinero en una cuenta de ahorros con una remuneración decente, ya que pueden quedar unos cuantos meses hasta tu próximo gasto irregular y así te sacarás unos euros extras.

Puedes usar una cuenta común a otros ahorros o abrirte una cuenta específica. Cualquiera de los dos formas está bien, simplemente en el primer caso, asegúrate de qué cantidad de dinero es para gastos irregulares y cuál para otros gastos.
Entonces cuando llegue la hora de pagar uno de estos gastos irregulares, saca el dinero de la cuenta y págalo, sin preocupaciones y sin problemas.

Si con el tiempo en esta cuenta se acumula más dinero que el que cuestan los gastos irregulares, ya sea por los intereses o por ese colchón del 10-15% que metiste, puedes sacar el dinero y enviarlo a tu fondo de emergencia, si aún lo estás formando o a otro objetivo de ahorro.

Ahora vemos todo con un ejemplo.

Imagina que tienes los siguientes gastos irregulares:

• Seguro de la casa: 250 euros
• Seguro del coche: 600 euros
• IBI: 400 euros
• Impuesto de matriculación: 90 euros

Todos son anuales y la suma total da 1.340 euros, más un 10% es 1.474 euros. Entonces divides esa cantidad por 12 dando 123 euros aproximadamente. Esa es la cantidad que tienes que ahorrar cada mes para pagar tus gastos irregulares de forma casi automática.

En resumen, no controlar los gastos irregulares y usar para pagarlos tu fondo de emergencia es un gran error financiero que antes o después te pasará factura. Gestiona y planifica adecuadamente tus gastos irregulares y evítate problemas.