Normalmente este tipo de artículos aparecen y son habituales de cualquier medio en las épocas finales del año, cuando en realidad lo lógico sería que se hiciese a primeros de cada año, pues es en esta época en realidad donde podemos empezar a preparar, planificar y construir un año fiscal adecuado a nuestros intereses, y no a finales de año, cuando en muchos casos ya será difícil que podamos realizar una estructura adecuada.
Lo dicho anteriormente no quita que por supuesto los artículos y la información dada con intención de optimizar nuestras respectivas facturas fiscales a finales de cada año, también puede sernos de gran utilidad, pues nos la facilitan en el momento adecuado para que antes de que cierre el ejercicio podamos subsanar o como mínimo mitigar el impacto de la misma en nuestro bolsillo. Ahora bien, como que más vale prevenir que curar, aquí vamos a dar consejos de primeros de año, para iniciar un año fiscalmente correcto.
Por supuesto el menú fiscal, la propuesta concreta, debe de ser realizada a medida de cada contribuyente, tal como si fuere una sastrería que según sea nuestro perfil nos indicará mejor unas medidas u otras, y unas acciones a tomar u otras, pero a grandes rasgos podemos dar algunas indicaciones que serán útiles generalmente a todo el mundo.
A pesar de lo complicado que pueda parecer en realidad el sistema fiscal es bien simple, dicho de otra forma, pagaremos a la hacienda pública en relación a lo que ganemos, y el calculo se hará sumando lo que hemos ingresado en el año, y restándole (en caso por ejemplo de ser autónomos) los gastos que por la actividad profesional hayamos soportado, de ese resultado se tomará un porcentaje en forma de tanto por ciento que nos dará el importe a abonar al estado, por ello la clave esta que dentro de los límites legales y de los supuestos que admite la ley el resultado de esa resta de ingresos menos gastos, sea lo más baja posible, es decir, que hayamos ganado lo mínimo posible o que hayamos gastado lo máximo posible.
Del mismo modo que para el caso del IRPF para profesionales autónomos sirve el caso anterior, también sirve para el caso del IVA, para tener que devolver menos dinero a la hacienda pública del que hemos ingresado, es bueno que gastemos lo máximo posible para que esa balanza se equilibre. Luego existen otras medidas en base a deducciones o demás que contribuirán a mejorar nuestra factura fiscal, pero eso ya depende de cada caso, si bien como general, los planes de pensiones y de previsión social son una buena forma de reducir la factura, y también nuestra situación civil, por lo que hemos de plantearnos que estado civil nos conviene más según nuestros ingresos.