Aunque no lo parezca, la delincuencia informática y el robo de identidad son un peligro real para todos nosotros. El primer paso para no convertirnos en víctimas de estos delincuentes es salvaguardar nuestra información privada.
- Antes de tirar documentos que contengan información personal, rómpelos.
- Protege tu DNI. No des tu número a no ser que sea absolutamente necesario.
- No des información personal por teléfono, por correo o por Internet a no ser que sepas exactamente a quién se la estás dando.
- No hagas clic en enlaces que llegan a través del correo no deseado. Es mejor escribir la dirección manualmente, y usar siempre antivirus, antispyware y/o firewall para proteger tu ordenador.
- No uses contraseñas fáciles, como tu fecha de nacimiento o los últimos números de tu DNI.
- Mantén tu información personal en un lugar seguro de tu casa, especialmente si tienes compañeros de piso, obreros trabajando en tu domicilio o servicio doméstico.
Aprende a detectar cualquier actividad sospechosa haciendo un seguimiento rutinario de tus cuentas y tus facturas. Hay signos ante los que debemos estar alerta porque pueden requerir atención inmediata:
- Facturas que no llegan cuando estaba previsto.
- Extractos inesperados de las tarjetas de crédito o de las cuentas de ahorro.
- Llamadas o cartas que te hablan de compras que nunca has hecho.
Por último, si temes estar siendo víctima de algún tipo de robo o fraude consulta con expertos como la Asociación de Internautas o denuncia al Grupo de delitos telemáticos de la Guardia Civil.
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