Desde niña siempre llevé el pelo largo. Algunas veces me lo he cortado a la altura de los hombros, pero nunca me he atrevido a llevar el pelo corto. Hasta que finalmente un día lo hice.
Vi un corte de pelo muy bonito en una revista de la peluquería, se lo enseñé a la peluquera y le pedí que me lo hiciera. Nada más sentarme en la silla sentí nervios en el estómago.
Debería haber hecho caso a mi instinto -estaba tratando de decirme algo. Antes de que me diera cuenta oí las tijeras cortando un largo mechón de mi cabello. La peluquera me dijo: «ya no hay vuelta atrás». Me salió una risa nerviosa. No… no había vuelta atrás.
La peluquera era genial. Le llevó unos 20 minutos hacer el corte y después empezó a sacar productos capilares. Me explicó todo lo que me estaba haciendo para que yo pudiera repetir el peinado en casa. Primero tenía que ahuecar las raíces para darle volumen al pelo. Luego tenía que secármelo con el secador de una forma muy concreta para hacer que las puntas salieran hacia afuera. Para darle más «movimiento», como la peluquera dijo, usó un rizador de pelo para curvar las puntas hacia arriba. Después me puso fijador y laca para que el peinado se mantuviera.
¿En que lío me había metido? En los últimos diez años todo lo que había tenido que hacer era lavarme en pelo, cepillarlo y dejarlo secar al aire. Era perfecto para el ajetreo diario. Me sentí avergonzada al verme en esta situación porque no había hecho una cosa…
No había meditado mi decisión antes de tomarla.
Uno de los mejores consejos que había leído en blogs sobre finanzas personales era que debía preguntarme a mí misma si lo que estaba pensando en comprar era algo que quería o algo que necesitaba. Esa simple pregunta me ha salvado de hacer muchas compras frívolas. La decisión de cortarme el pelo podría haber superado esa pregunta siendo un poco creativa a la hora de justificar mi decisión (bueno, algo más que un poco).
Con la guía de esta experiencia del corte de pelo, se me han ocurrido unas cuantas preguntas que creo que me podrían ayudar a decidir mis compras -más allá del capricho o la necesidad. Son las siguientes:
1. ¿Capricho o necesidad? Aunque estaba buscando más preguntas, ésta sigue siendo importante y debe estar a la cabeza de la lista. Mi corte de pelo era un capricho, aún así acabé justificándolo. Me convencí a mi misma de que necesitaba un cambio, ya que llevaba el mismo peinado desde hacía una década. La mente tiene sus trucos para justificar las cosas a veces.
2. ¿Ego? ¿Me había cortado el pelo para subir mi autoestima o aparentar que iba a la última moda? Me había obsesionado con la foto de la revista. Había pensado que estaría más atractiva con el pelo corto. No supe apreciar las ventajas que me proporcionaba el pelo largo.
3. ¿Añadidos? El corte en sí ya era un gasto, pero no tomé en consideración los costes añadidos de los productos capilares, que acabaron costando casi más que el propio corte -doblando la cantidad de dinero que en principio había planeado gastar.
4. ¿Estilo de vida? Pensé que el pelo corto sería más fácil de manejar que el largo. ¡Vaya! Debería haberme informado mejor y preguntar a mi peluquera qué iba a necesitar para mantener ese estilo de peinado antes de sentarme en la silla. Soy del tipo lavar y listo, y mi nuevo corte de pelo era lo opuesto a ese estilo.
5. ¿Tiempo? La compra que vas a hacer ¿es de un solo desembolso o deberás hacer más compras en el futuro por mantenimiento? Para mantener mi corte de pelo, la peluquera me recomendó volver a la peluquería cada seis semanas. Un corte de pelo de 30 € se iba a convertir en un gasto de 240 € al año. Eso sin contar el importe añadido de los productos capilares.
6. ¿Felicidad? Mi pelo estaba bonito, pero esa felicidad se difumino en cuanto traté de recrear el estilo del peinado por mí misma. No me llevó mucho tiempo el sentirme frustrada y me descubrí empleando mucho más tiempo en arreglarme por las mañanas. Y en realidad hubiera preferido hacer otras cosas con ese tiempo.
Espero que todas estas cuestiones puedan ser de utilidad en el futuro.
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One Response to “Cómo un corte de pelo me llevó a reflexionar sobre mis gastos”
Dina
hola, el cabello es un gasto, yo probe de todo para q no se me caiga, ahora salio lo nuevo de fructis, me dijeron q es muy bueno.. espero q me de buenos resultados (www.stopcaida.com.mx)
saludos