En los últimos años con la aparición y el desarrollo de Internet han proliferado las compañías de seguros que se denominan “virtuales”, “de bajo coste” o conceptos por el estilo, y si bien, muchas de estas compañías son grandes opciones para contratar nuestros seguros, es interesante que conozcamos un poco del funcionamiento de las mismas, y conocer también algunas consideraciones al respecto de los seguros que estas ofrecen.
Para empezar decir que lo que se nos vende como “virtual”, en realidad no es tal, es decir, en ningún sector, existe una empresa completamente virtual, si fuese puramente virtual la empresa realmente no existiría, y sea donde sea, con el número de personal y dimensiones que sea, pero son empresas que existen. Por eso hablar de una compañía de seguros virtual no es correcto, en todo caso será correcto hablar de una compañía de seguros que solo ofrece un canal de distribución virtual (su portal de Internet) para comercializar sus productos y en todo caso relacionarse con el cliente, pero se tiene que destacar que detrás de esa pantalla siempre existe alguien.
Y es muy importante de corroborar este “existe alguien” pues si bien nos puede parecer que al contratarlo por Internet no tenemos un lugar donde acudir, debemos saber que toda compañía de seguros que opere en nuestro país debe de cumplir la legislación y con ello tiene que reunir unas condiciones específicas para poder relacionarse y operar con el cliente.
Otro tema es la calidad de los seguros de estas compañías, habitualmente son buenas opciones pues sus precios competitivos los logran básicamente de reducir sus costes en su cadena de distribución y en su infraestructura, no en las coberturas de sus pólizas. Pero así y todo deberemos leernos bien la póliza que nos ofrecen antes de firmarla para comprobar que reúne todo lo que precisamos, y no llevarnos sorpresas desagradables posteriores. Y por supuesto tampoco se nos debe olvidar de pensar en la fiabilidad y solvencia de la compañía en sí misma.