Esta semana hemos conocido los datos de compra-venta de viviendas del pasado año 2010, y aunque no son para tirar cohetes sí debemos reconocer que son mejores que los del año anterior, 2009, que arrojó los peores datos desde que se realiza esta estadística.
Concretando, la compra-venta de viviendas en 2010 se situó en 445.885 operaciones, algo más de 5% más que en el año 2009, aunque muy por debajo del año 2006, que marcó el récord histórico de operaciones con 916.103 operaciones de compra-venta, una auténtica barbaridad, sólo justificada por el momento más álgido de la burbuja inmobiliaria.
Sin embargo, la compra-venta de viviendas en 2010 determina que el sector del ladrillo todavía no ha conseguido ajustarse, ya que los expertos coinciden en afirmar que un número de operaciones superiores a 250.000 anuales es excesiva, habida cuenta de la estructura económica de nuestro país, por lo que todavía hay mucho que ajustar.
Sí es cierto, por otro lado, que estos datos de 2010 se han visto claramente distorsionados por las modificaciones fiscales, en forma de incremento de IVA y de eliminación de la desgravación fiscal, que han llevado a los compradores a apurar sus opciones formalizar la compra-venta de viviendas durante el año 2010.
En cuanto al importe medio de las hipotecas formalizadas en estas operaciones de compra-venta de viviendas en 2010, éste quedó fijado en 118.255 euros en el cuarto trimestre del año, un 5.6% inferior al del trimestre anterior, lo que sí demuestra un ajuste del precio de la vivienda a la baja.
Unas hipotecas que son concedidas, en su mayoría, por las Cajas de Ahorro, con algo más del 47% de la cuota de mercado, seguidas por los Bancos, que conceden poco más del 41% de las hipotecas, quedando el resto para otras entidades financieras, que, a su vez, otorgan hipotecas por un valor medio inferior a la media.
Nos encontramos, por tanto, con una situación en la que la compra-venta de viviendas en 2010 arroja datos contradictorios, ya que, por un lado se adivina cierta recuperación en el volumen total, seguramente distorsionada por los ajustes fiscales, y a la vez se ve una caída de precio, debido al ajuste del mercado.