En el mundo de la inversión, existen una gran diversidad de productos financieros con sus diferentes factores de rentabilidad / riesgo que se pueden adaptar a las necesidades y expectativas de cada inversor. Cuando éste haya tomado la decisión de participar en los mercados de valores, deberá diseñar una estrategia inversora, que en el caso de poder ser con un horizonte temporal a largo plazo, le puede permitir realizar su apuesta inversora en un producto de réplica, dirigido a seguir a uno o varios índices mediante fondos de inversión, depósitos referenciados sobre índices bursátiles, etc.
Esta inversión por parte de los “pequeños y medianos inversores”, se puede realizar en los casos donde la inexperiencia bursátil, el desconocimiento o simplemente la falta de tiempo para realizar análisis exhaustivos de cada empresa cotizada, sea compensado con la apuesta hacia el conjunto de un índice representativo, que recogerá a todas las grandes empresas aglutinadas en un mercado de tipo nacional o internacional. Con dicha decisión tomada por el inversor, se pueden reducir considerablemente los riesgos de haber realizado una mala elección selectiva, por lo que seguir una estrategia de compra de un índice determinado abrirá el “abanico” de posibilidades de llegar a tener éxito.
LA INVERSIÓN PERIÓDICA EN ÍNDICES
Una forma de inversión como estrategia bursátil, puede consistir en realizar compras periódicas de uno o varios índices como por ejemplo pueden ser: Dax Xetra (Alemania), Eurostoxx50 (Europa) o nuestro cercano IBEX35 (Bolsa española). En cualquiera de estos índices están representadas un conjunto de empresas en sectores muy diferentes que lógicamente tendrán resultados operativos distintos, pero la idea principal de esta forma de inversión de conjunto es compensar unas con otras para reducir el riesgo.
Una vez realizada la apuesta inicial y realizando compras repetitivas en periodos mensuales, bimensuales o trimestrales, según la decisión del inversor, éste participará de todas las empresas que componen el índice elegido en un conjunto global, donde se supone serán recogidos los beneficios de la mayoría –dependiendo de su ponderación- que se traducirá en subidas de los índices y mayor revalorización del capital invertido.
En los casos donde el inversor novel carezca de conocimientos previos sobre los índices y sus recorridos bursátiles, deberá buscar unos gráficos históricos que le faciliten una mejor visión inversora sobre cómo se han comportado los mismos en un periodo mínimo de 10 años. En ellos, se observarán las fluctuaciones ocurridas en distintos periodos de bonanza y crisis económicas, para poder encontrar zonas de soportes repetidos creíbles –suelos del mercado- donde partir con cierta posibilidad de conseguir una buena rentabilidad pasados unos años.
Las estrategias de inversión tan necesarias como imprescindibles, pueden ser tan distintas como inversores existen, pero siempre deberán ser respetadas con seriedad, método, operatividad correcta y ante todo con disciplina. En el caso de tomar la decisión de realizar compras de forma automática -cada cierto tiempo- deberemos tener bien definida la cantidad a invertir y las fechas destinadas a formalizarlas, así, se conseguirá “amortiguar” los efectos de las correcciones de precios con las subidas posteriores de los índices, hasta llegar a nuestra propia meta financiera.
Al realizar este tipo de inversión de aportaciones periódicas sobre índices de la Bolsa, el inversor debe tener claro que apuesta por la renta variable como método para ganar dinero, diversificando las posibilidades de acierto, pero siendo consciente de que una mala estrategia en cuanto al momento de vender el producto por motivos tan distintos como puedan ser los emocionales, indisciplina estratégica, necesidades económicas o recomendaciones e influencias negativas externas, puede dar al traste con … ¡¡¡ Muchos meses o años de sacrificio inversor !!!
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La frase elegida para este artículo dice así: “La audacia en los negocios es lo primero, lo segundo y lo tercero”, Thomas Fuller.