Tras lograr una buena posición financiera, se nos presenta siempre la oportunidad de invertir nuestro dinero. Lo normal es que, por mucho que hayamos leído o escuchado al respecto, tengamos muchas dudas ante nuestra primera inversión. Qué es mejor, ¿mantener el dinero líquido, o contratar un depósito con el banco? ¿Qué pasa con los bonos? ¿Y con la inversión inmobiliaria?
Las opciones son muchas, y también los riesgos y las recompensas. A continuación voy a exponer algunas reflexiones que tal vez puedan ser de ayuda para los que están pensando en animarse a invertir por primera vez.
En primer lugar debemos tener en cuenta que no hay nada que nos pueda garantizar un gran rendimiento. Si ves algún producto que afirme garantizar un gran rendimiento – y por “gran”, estoy hablando de un par de puntos por encima de lo que nos ofrece una cuenta de ahorros – actúa con mucha, pero mucha, cautela. Este tipo de inversiones suelen tener algunas desventajas enormes, tales como perder el acceso a nuestro balance por un largo periodo de tiempo, costes ocultos o extensos, o riesgos que no son revelados de forma directa. Deja los productos “demasiado buenos para ser verdad” a inversores más experimentados – que probablemente tampoco invertirán en ellos.
La mayoría de las inversiones que van más allá de una cuenta de ahorros o un depósito a plazo ofrecen unas ganancias potenciales que van asociadas a una cierta cantidad de riesgo. Así es como funciona la ecuación. A mayor rendimiento estimado, mayor riesgo.
Veamos un ejemplo concreto. El fondo indexado Vanguard 500 lleva muchos años funcionando, e invierte esencialmente en las 500 mayores compañías que se negocian públicamente en los Estados Unidos. Si compruebas la rentabilidad de este fondo, verás que en al final del último cuarto de Junio de 2010 era un 14,33% superior al año anterior. No está nada mal.
Sin embargo, el dinero invertido en dicho fondo ha conseguido una media de rendimiento del -9,84% en los últimos tres años. Sí, a lo largo de esos años, el inversor ha perdido casi el 10% (de media). Incluso considerando diez años, la media es del -1,67%. En toda la vida del fondo desde mediados de los años 70), la rentabilidad media del dinero del fondo ha sido de 10,10% al año.
¿Qué significado tiene esto para nosotros? Pues que, durante algunos años, podrás obtener una rentabilidad positiva del 15%, mientras que durante otros podrá ser del -30%. En algunas décadas, la rentabilidad media es de un 10%, más o menos. En otras, como en esta primera del 2000 con dos recesiones económicas, la media sería levemente positiva o incluso negativa.
En ocasiones podemos permitimos este tipo de riesgo. Si tenemos muchos años por delante para rentabilizar el fondo, es un riesgo asumible. Por ejemplo, si tenemos 30 años y estamos pensando en la edad de jubilación. La clave está en ignorar los años de pérdidas y ser pacientes.
Sin embargo, si quieres obtener rentabilidad en menos tiempo, no nos lo podemos permitir. Si tenemos nuestras miras puestas a cinco años vista, estarás cometiendo un error asumiendo este tipo de riesgo. Necesitas una inversión más segura, aunque pierdas la oportunidad de conseguir un gran año.
Por último, no dejes de leer. Escoge un libro sobre inversiones que esté bien valorado y léelo a tu ritmo. Ve despacio y asegúrate de que lo entiendes correctamente, usando Google o Wikipedia si es necesario cuando no entiendas algún término. Esto es tal vez lo mejor que puedes hacer si eres un inversor novato.
Si sabes inglés puedes leer más artículos como este en thesimpledollar.com.
One Response to “Conservador o agresivo: ¿cómo puede saber el inversor novel lo que debe hacer?”
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