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Ayer hicimos una lista con los diez objetivos derivados de nuestros valores. Ahora (por fin, pensaréis algunos), vamos a empezar a hablar un poquito sobre números.
Vamos al grano. Coge diez hojas de papel y en la parte superior de cada una, escribe cada objetivo de los que ayer definimos. En cada una de estas hojas, vas a definir algunas acciones más específicas para cada uno de tus objetivos.
Para cada uno de los objetivos a corto plazo, quiero definir cinco acciones específicas:
- Lo que voy a hacer en los próximos tres días.
- Lo que voy a hacer en la próxima semana.
- Lo que voy a hacer cada semana.
- Lo que voy a hacer el próximo mes.
- Lo que voy a hacer en los próximos seis meses.
Algunas acciones no tendrán ningún coste y será simplemente recoger información. Otras, en cambio, requerirán algunas inversiones, normalmente las que son para cada semana.
Por ejemplo, ayer mencioné que uno de mis objetivos a corto plazo era que quería duplicar el valor de mi plan de ahorro. Aquí están mis cinco acciones específicas:
Durante los próximos tres días, voy a coger el balance de mi plan de ahorro junto con los datos sobre la rentabilidad de las distintas opciones de inversión del plan.
Durante la próxima semana, voy a determinar cuánto tengo que invertir en la cuenta para duplicar su saldo y también el retorno de la inversión que podría tener.
Cada semana, voy a invertir el 2% de lo que es necesario para obtener el doble del saldo en el próximo año.
En el próximo mes, voy a evaluar los distintos fondos disponibles y elegiré el mejor.
En seis meses, voy a comprobar cómo va la cuenta y veré como está funcionando, miraré cómo van los distintos fondos, y reconsideraré mis opciones de inversión.
Por norma general, el modelo descrito anteriormente funciona bien: recoger información en los próximos tres días, planificar una cantidad de referencia para invertir en la próxima semana, ahorrar la cantidad adecuada cada semana, investigar los detalles en el próximo mes, y revisar las cosas en seis meses. Si haces esto, casi siempre cumplirás tu objetivo.
Ahora, para cada uno de los objetivos a largo plazo hay que definir cinco acciones específicas:
- Lo que voy a hacer en la próxima semana.
- Lo que voy a hacer el próximo mes.
- Lo que voy a hacer cada mes.
- Lo que voy a hacer en el próximo año.
- Lo que voy a hacer en los próximos tres años.
Algunas acciones no tendrán ningún coste y será simplemente recoger información. Otras, en cambio, requerirán algunas inversiones, normalmente las que son para todos los meses.
Por ejemplo, ayer os comenté que uno de mis objetivos a largo plazo es comprar una casa propia en los próximos veinticinco años. Aquí están mis cinco acciones específicas:
Durante la próxima semana, voy a recoger información sobre las posibles casas que se ajustan a lo que podría permitirme ahora y a las que planeo tener en quince años.
Durante el próximo mes, voy a calcular cuánto tendría que gastar cada mes en la hipoteca, el seguro, y los impuestos de bienes inmuebles, y también calcular cuánto me costará la casa que quiero dentro de quince años.
Cada mes, voy a ahorrar el 25% de cada pago de una hipoteca para ayudarme a salir adelante cuando compre la casa. Esto me permitirá negociar más fácilmente cuando llegue el momento.
En el próximo año, compraré una casa de rango inferior y destinaré el 25% ahorrado al pago de la hipoteca para poder reducir las cuotas.
En tres años, me sentaré y volveré a evaluar cuál es mi hogar ideal y replantearé mi plan.
Haciendo esto, desmenuzamos algo que parece lejano (una hermosa casa para jubilarse y para mis hijos y para que mis nietos disfruten) en trocitos más pequeños que se pueden hacer ahora. Esto también es bastante útil para encontrar una imagen que engloba un objetivo a largo plazo y poder visualizarlo a menudo. De esta forma, el objetivo final está siempre a la vista y me recuerda a dónde debo ir.
Ahora que has definido estos planes, tienes cosas para las que ahorrar y gastar tu dinero que están acorde con tus valores y tus objetivos. Cuando vayas a gastar dinero, detente un segundo y piensa en tus valores, tus objetivos y tus planes, y pregúntate si gastar ese dinero te va a ayudar a alcanzar tus objetivos y si realmente refleja tus valores.
Podrías considerar seriamente la posibilidad de hacer una planificación que combine todos tus planes juntos. ¿Qué vas a hacer la próxima semana? ¿Qué vas a hacer cada semana? ¿Qué harás en el próximo mes? ¿Qué vas a hacer cada mes? Una planificación que te ayude a seguir tus planes.
Dentro de una semana, debes de tener algunos números que te muestren lo que necesitas para alcanzar tus metas. Las cantidades podrían ser un problema para ti, pero no te preocupes. En una semana, vamos a tener estos números y utilizaremos algunas técnicas para evaluarlos cuidadosamente, y verás cómo puede que tengas más de lo que piensas.
Antes de que yo hiciera este ejercicio, a menudo me gastaba el dinero en cosas que no eran una buena idea, a pesar de que a veces me daba cuenta de ello. ¿Por qué? Yo no tenía ningún tipo de plan concreto de qué hacer con mi dinero, nada que necesitara un ahorro mayor que el que necesito para mi nuevo móvil. Ahora, cada vez que tengo la tentación de gastar dinero de una manera frívola, pienso en lo que es importante para mí, y compruebo si este gasto se adapta a mi plan para gastar mi dinero.
Mañana empezaremos buscando tu dinero. ¿De acuerdo? Continuamos el próximo día calculando cuánto dinero ganaste el año pasado.