La cuenta VIVIENDA de ING puede ser ese trampolín con el que tomar el impulso necesario hacia tu nuevo hogar. Vayamos paso por paso.
De entrada y para los 4 primeros meses, te da una rentabilidad del 3,30% TAE (3,25% nominal anual) y pasado ese tiempo, se mantiene en el 1,20% TAE con liquidación mensual. Va dirigida a nuevos clientes y como debes imaginar, la condición necesaria es que en como máximo 4 años, emplees ese dinero en la compra de una vivienda o en la rehabilitación de la actual.
No olvidemos que se mantienen el resto de condiciones de ING, a saber, ningún tipo de cobro por gastos o comisiones, ni por transferencia ni de mantenimiento, la mejor operativa online y tu dinero siempre disponible.
Ahora te debes estar preguntando porqué escoger la cuenta Vivienda de ING y no la cuenta Naranja (que tiene la misma rentabilidad y prestaciones ING) o cualquier otro producto del mercado, como un depósito a largo plazo. Pues bien, aquí es donde entran en juego las ventajas fiscales. Aunque con cuentas y depósitos también se puede destinar el capital a la compra de una vivienda, de esta forma tenemos los beneficios fiscales y sobre todo la disciplina de mantener el dinero para este fin. Si tienes claro que quieres comprar una vivienda o rehabilitar la actual, podrás acogerte a una deducción del 15% sobre las cantidades que ingreses hasta un máximo de 9.040€. Es decir, que podrás desgravar hasta 1.352€ anuales si aportas ese máximo.
Ten presente, que aun teniendo disponibilidad plena sobre nuestro dinero, lo mejor en estos casos es que a no ser que sea imprescindible, no lo toquemos. Aunque nos seguirían remunerando desde ING por lo que mantengamos en cuenta, las desgravaciones fiscales tendrían que ser restituidas a la Hacienda Pública.
Y ahora, ¿se torna más interesante comprar una vivienda con la bajada de precios, las desgravaciones fiscales y la cuenta Vivienda de ING? Si lo tenías en mente, puede ser un buen momento.