Vivimos en un mundo capitalista económicamente globalizado dominado en muchas ocasiones por el deseo casi compulsivo de tener siempre más dinero y abundante fortuna en bienes y servicios, para así poder alcanzar todos nuestros deseos terrenales o bien mantener un alto estatus social muy por encima de la media de nuestros vecinos.
La fama y la fortuna dineraria no deberán estar reñidas con otros valores humanos, culturales o simplemente éticos, que también son necesarios para una vida plena alejada del simple formato estético de apariencia y basados como finalidad suprema en exteriorizar la riqueza a los ajenos como único valor de nuestra vida.
El mundo de las finanzas y la inversión suele ser muy dado a generar en algunos inversores de perfil más agresivo una errónea creencia de que el principal y primordial objetivo económico es la base del triunfo personal y familiar. Para poder observar otros escenarios vitales diferentes y a modo de reflexión o formación psicológica ante las inversiones de futuro, hoy para nuestros muchos lectores y seguidores de Consejos Bolsa vamos a relatar otro famoso cuento financiero y su lógica moraleja.
LA CAMISA DEL HOMBRE FELIZ
“En unas lejanas tierras del norte, vivía un ZAR que cayó gravemente enfermo y no encontraba cura a su penosa enfermedad. Tan desesperado estaba este rey que llegó a prometer la mitad de sus posesiones a quién fuera capaz de curarle”.
“Un buen día apareció por allí un trovador (adivino) diciendo que conocía la solución a sus males… ¡El ZAR debía vestir la camisa de un hombre feliz!… Los emisarios del rey partieron hacia todos los confines de la Tierra en su búsqueda del hombre feliz y así llevarle su camisa”.
“Un día al pasar junto a una pequeña choza, los emisarios pudieron observar a un hombre que descansaba junto a la lumbre de la chimenea, y que le escucharon exclamar lo siguiente… ¡Qué bella es la vida! Con el trabajo realizado, una salud de hierro y afectuosos amigos y familiares… ¿Qué más podría pedir?”
“Al oír estas palabras, los emisarios supieron enseguida que se hallaban, por fin, ante un hombre feliz”.
“La noticia corrió como la pólvora por todo el reino, y los súbditos esperaban con gran alegría la vuelta de los emisarios que debían traer la camisa del hombre feliz”.
Sin embargo, cuando por fin llegaron estos traían las manos vacías: ¿Dónde está la camisa del hombre feliz?-preguntó el hijo del ZAR-… Señor…contestaron apenados los mensajeros… ¡El hombre feliz es tan pobre que ni camisa tiene!
REFLEXIONES Y CONSEJOS
A la vista de este cuento financiero y su moraleja es evidente que lo realmente importante en la vida no es el dinero. La reflexión principal se deberá plantear sobre la importancia extrema que a veces hacemos de querer ganar más y más dinero como objetivo vital.
Cada cosa tiene su valor, y en el mundo de las finanzas es muy importante para los futuros pequeños y medianos inversores saber equilibrar sus deseos, sus expectativas y la realidad sensata o proyecto inversor de invertir parte de su capital para intentar rentabilizarlo de la manera más eficiente para sus bolsillos.
A las complejas inversiones en renta variable le suelen acompañar cambios periódicos en los estados de ánimo de sus participantes, lo que nos debe hacer pensar seriamente en el valor consciente y razonable de invertir con conocimiento y no tener que buscar como hemos relatado en este cuento financiero… “La camisa del hombre feliz”.
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La frase elegida para este artículo dice así:
La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.
Gabriel García Márquez