¿Deflación? ¿Inflación? ¿Qué voy a hacer?

Me encanta escuchar debates en la radio. La agresividad con la que exponen sus ideas los tertulianos es de lo más entretenida – al final no sabes si son periodistas, si pertenecen a algún partido político o si te están vendiendo algo.

Aunque no tengas a estos tertulianos radiofónicos en buen concepto, hay que aceptar que son básicos en el juego de poder y que tienen su influencia. Después de tanto tiempo escuchándolos, hay algo que me queda claro: nadie sabe con seguridad que va a pasar en los próximos meses (en los próximos dos años, en realidad) con la economía.

Unos pueden razonarte que apostando por las nuevas tecnologías emergentes y abriendo nuevos mercados la economía conseguirá dar un giro a mejor. Otro puede hacerte el razonamiento contrario y explicarte, también con argumentos, que estamos al borde del colapso económico, o que entraremos en una espiral deflacionista (la bajada de precios provoca una bajada de la producción, lo que provoca la pérdida de puestos de trabajo, la cual nos lleva a una bajada de precios…). Otros pueden predecir la llegada de una nueva tendencia inflacionista, la salida de Grecia del euro con la desestabilización de la moneda única, etc.

La verdad es que no lo sabemos.

Si piensas que la economía se va a recuperar y más pronto que tarde dejaremos la crisis atrás para volver a una situación de crecimiento sostenido, lo que tendría mayor sentido sería invertir en bolsa. Invertir en sectores que pienses que van a despegar en cuanto la economía vuelva a alzar el vuelo.

Si crees que entraremos en una deflación, lo lógico es tener la mayor cantidad de dinero posible en efectivo. Incrementar al máximo el ahorro y limitarse a comprar CDs vírgenes, como mucho.

Si opinas que la inflación volverá a aparecer, lo que tiene más sentido es invertir en cosas físicas como inmuebles y metales preciosos. Comprar cosas que vayan a retener al menos un cierto valor que les es inherente, sin importar lo que pase con el euro.

El problema es que estos escenarios no coinciden. Es decir, si decides emplear todo tu dinero en ahorro, estás dejando las otras áreas descubiertas.

Dada la incertidumbre económica actual, ¿qué podemos hacer?

Diversificar.

No poner todos los huevos en la misma cesta, incluso aunque pienses que el fin del mundo está a la vuelta de la esquina. Esto se aplica tanto a los que invierten para su propia ganancia como a los que ahorran para la jubilación o para los que, simplemente, están intentando calcular un presupuesto para el mes siguiente.

Se puede diversificar teniendo un poco de esto y un poco de lo otro. Si estás pensando en el retiro, probablemente te preocupará más protegerte ante un posible colapso del sistema que subirte a la próxima burbuja económica, así que lo más sensato es invertir en ahorro, planes de pensiones y bienes inmuebles.

Puedes diversificar al hacer tu presupuesto. ¿Cómo? Pues cada vez que añades algo de dinero a tu fondo de emergencias. De esa forma, si ocurre algún desastre, tendrás algunas armas para enfrentarte a él. También diversificas cuando compras en cantidad determinados productos en oferta, porque estás invirtiendo en productos de primera necesidad con un menor coste.

Cuanto más diversificada esté tu vida financiera, mejor podrás encarar el futuro venga lo que venga – y puede que tengas la suerte de poder aprovechar alguna buena oportunidad que se presente por el camino.

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