La guerra del pasivo entra a veces en terrenos de dudosa ética. Es el caso del último depósito de la Caixa, el Depósito Solidario, con el cual los clientes pueden donar parte de los intereses que el producto genere a uno de los diferentes proyectos de ayuda que La Caixa nos presentará.
El depósito lo podremos contratar con un importe mínimo de 1000€ y el plazo es de 1 año.
Así, los contratantes podremos elegir entre el 25% y el 100% de los intereses netos que consigamos al proyecto de la ONG que hayamos elegido al efectuar la imposición. En cada imposición podremos elegir un porcentaje distinto a donar y/o un proyecto de otra ONG.
Podremos colaborar con la Cruz Roja en un proyecto de apoyo socio sanitario y productivo a personas y familias que están afectadas por el sida en el país de Mozambique; también tendremos la oportunidad de ceder los intereses a Intermón Oxfam con su plan de apoyo a la seguridad alimentaria de poblaciones campesinas en Nicaragua; con Médicos sin fronteras podremos apoyar el proyecto de tratamiento y prevención del Sida en Zimbawe, y; por último, podremos donar el dinero a Cáritas.
La gracia del producto para el contratante es que la liquidez es al vencimiento y tendremos la posibilidad de cancelar el depósito anticipadamente así como de deducir fiscalmente la donación.
Al principio comentaba que algunas estrategias de la guerra del pasivo son bastante dudosas éticamente. Lo cierto es que esto se puede ver de dos maneras, es decir, podemos creer que las entidades financieras lo hacen por buena voluntad o podemos pensar que las entidades financieras pretenden tocar la fibra sensible de la gente que piensa en hacer el bien para conseguir más beneficios para ellos. Yo, personalmente, me quedo con la segunda explicación.