En fechas recientes las cuentas de ahorro han bajado dramáticamente los tipos de interés que ofrecen a los ahorradores. Los depósitos también, aunque algo menos. Con una economía en la cuerda floja, los inversores más conservadores lo tienen difícil para estar satisfechos con la rentabilidad que proporcionan estos instrumentos, pero no parece que tengan muchas alternativas más que puedan ajustarse a sus necesidades. Hablamos de inversores que buscan seguridad y que no quieren estar expuestos a las turbulencias del mercado, pero con unos resultados tan anémicos, estas inversiones generan poco valor.
Existen unas alternativas de inversión que ofrecen más rentabilidad, sin embargo: los depósitos estructurados o indexados. Afirman ofrecer la seguridad del depósito tradicional, pero ofreciendo resultados que nos recuerdan tiempo mejores. Visto así, parecen demasiado buenos para ser verdad, pero son reales. De hecho, ni siquiera son instrumentos tan novedosos. Últimamente están alcanzando cada vez más popularidad debido principalmente a la disminución de tipos que ha golpeado a las cuentas de ahorros y depósitos tradicionales. El interés que ofrecen está asociado a un valor del mercado, como el IBEX 35 o el Dow Jones. La protección reside en que no se puede perder dinero con ellos, ya que el principal nunca se pierde, y en algunas versiones tienen un interés mínimo garantizado al finalizar el plazo que se establece de antemano. La parte jugosa está, por supuesto, en que esto último no ocurra y poder cobrar el 100% del valor del índex.
¿Qué riesgos presentan los Depósitos Estructurados?
Como ya habrás observado, estos depósitos no son como los tradicionales. Son más complejos y el inversor necesita saber que tienen características únicas que le pueden costar dinero si no entiende sus términos con claridad. En otras palabras, hay que leer siempre la letra pequeña para tener claro dónde nos estamos metiendo y qué garantías nos ofrece el banco. Hay límites a los beneficios que podemos obtener con estos depósitos y penalizaciones si retiramos el dinero antes de tiempo.
Por otro lado, hay otros dos puntos a tener en cuenta: El coste de oportunidad y el IPC.
- Si confías en que las acciones asociadas vayan a subir realmente, puede que lo mejor sea invertir directamente en ellas. Eso sí, si bajan, adiós dinero.
- Si suben pero no llegan a satisfacer las condiciones para cobrar el correspondiente cupón, tendrás el mismo dinero que al principio pero los precios habrán subido, por lo que tu poder adquisitivo será menor.
Un ejemplo de las condiciones de estos depósitos podéis verlo en este artículo que publicamos recientemente.
Por lo tanto, si vas a invertir en un depósito estructurado, estúdialo detenidamente para no acabar con menos beneficios de los que habías esperado obtener.
2 Responses to “Depósitos Estructurados: ¿Demasiado buenos para ser verdad?”
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