Tradicionalmente los seguros de salud, aquellos seguros destinados a proteger y cuidar nuestra salud se caracterizaban por una prima mensual elevada, y que en la práctica sustituía al seguro médico público. Es decir, no es que quien disponía del privado no dispusiese del seguro público ya que por nuestros lares es universal y lo tiene todo ciudadano, sino que el que además contaba con un seguro médico privado comúnmente nunca acudía al sistema médico público, hoy la realidad es un poco distinta.
En la actualidad los seguros médicos privados se han adaptado a la realidad social en la que vivimos, en coberturas (dando lugar por ejemplo entrada en distintas coberturas o terapias, como por ejemplo la psicológica, dental o alternativa que antes no tenían un espacio), pero sobretodo los seguros médicos privados se han adaptado en ofrecerse en distintas modalidades, hoy ya no tan solo una opción para dejar de ir a los sistemas públicos, sino que en la actualidad son una buena opción para completar a estos, etc.
Algunos estarán encantados con el sistema público médico actual y otros no, algunos dirán que es de pésima calidad y otros que es de los mejores del mundo, algunos lo abolirían y otros lo potenciarían. Pero sea como sea, lo que es evidente es que hoy el sistema público puede ofrecernos algunas soluciones, pero que los sistemas privados pueden ofrecernos muchas otras.
Por todo ello, antes de contratar un seguro médico privado deberemos pensar que deseamos, si pagar una muy elevada cuota que nos cubra todo, o si bien preferimos pagar cuotas inferiores e ir compaginando sistema público y sistema médico privado según el tipo de acto médico, intervención o tratamiento tengamos que realizarnos. Sin duda en la variedad esta el gusto, y los seguros privados en la actualidad nos la ofrecen perfectamente.