¿Dónde está más seguro mi dinero?

Siempre que invertimos en Bolsa asumimos el riesgo de poder perder dinero con nuestra inversión, porque consideramos como algo lógico que los precios de las acciones cotizadas puedan subir y bajar y por tanto al final, cuando finalice el periodo estipulado y destinado para participar en el mercado bursátil no podamos conseguir la rentabilidad deseada e incluso, veamos pasado un tiempo nuestra inversión “en números rojos”.

Para evitar caer en este tipo de problemas financieros relacionados con las fluctuaciones de los títulos de Bolsa, otros pequeños y medianos ahorradores e inversores recurren a otros activos de menor riesgo como puedan ser los Bonos, Letras, Pagarés y los históricos Depósitos a Plazo o Estructurados. Siendo conscientes que la diferencia de rentabilidad entre unos activos de renta variable y los de renta fija en la actualidad son muy grandes, existe una creencia muy arraigada en muchos ahorradores minoritarios de poca formación financiera en pensar que todo lo que lleve el lema: “Renta fija o Depósito estará carente de riesgo para su propietario”. ¡¡Pues no es así exactamente!!

Los activos monetarios no sufren los vaivenes del mercado y por ser activos de alta liquidez, su titular podrá disponer del dinero cuando prefiera al valor nominal que se determine, eso pasará en condiciones normales dentro de una situación financiera normal…Pero la pregunta que planteamos hoy en esta sección de Consejos de Bolsa es la siguiente: ¿Qué ocurre en caso de producirse una crisis económico-financiera extraordinaria? Pues, que nuestro banco de siempre registre pérdidas excepcionales por mala gestión, reservas de sus activos o préstamos no cobrados que le obliguen a suspender pagos e incluso a no poder devolver los depósitos contratados.

Ante esta situación bancaria generalizada de gran inestabilidad, miedo ahorrador e inversor, la fuga de capitales de las entidades financieras determinará el cierre de las propias entidades bancarias ante la quiebra. Este tipo de eventos negativos para los clientes bancarios se han reproducido varias veces a lo largo de la historia y sobre todo, desde que “estalló la burbuja del ladrillo” dejando en España, un reguero incesante de Cajas de Ahorros metidas en los lodos inmobiliarios y préstamos incobrables acumulados durante los últimos años anteriores a la crisis.

EFECTOS DE LA CRISIS PARA LOS ACTIVOS BANCARIOS

El sistema de protección bancaria mediante el llamado Fondo de Garantías de Depósitos funcionó evitando que miles de clientes asaltasen sus oficinas para retirar su dinero, pero desde hacía mucho tiempo, se pudo comprobar algunos aspectos y condiciones de rescate desconocidos por el gran público como son:

• Limitación de capital asegurado: Establecido en 100.000 euros, por cliente y cuenta en cada entidad bancaria.
• Pérdidas totales o parciales en productos como “las preferentes”.

Entonces si muchos ahorradores perdieron dinero: ¿Qué pasa con la denominada renta fija o depósito asegurado? Pues resulta que en esta vida, solo es segura una cosa para los individuos seamos ahorradores o no y suele ser de trascendencia vital desde que nacemos.

CONCLUSIONES Y CONSEJOS PARA EL AHORRADOR-INVERSOR

En muchas ocasiones la solución a las crisis o pánicos financieros está lejos de poderse solucionar o evitar desde el nivel más bajo de este negocio que son los clientes habituales de banca. Son los poderes públicos, los legisladores y los organismos de supervisión los encargados de limitar los fuertes movimientos de capital internacional especulativo, que cuando hacen acto de presencia en un país determinado generan tales desajustes y burbujas financieras que terminan por explotar para desesperación, sorpresa y graves consecuencias sociales para todos los clientes ahorradores o pequeños y medianos inversores.

El mejor consejo para evitar o disminuir los daños producidos de manera periódica por la gran especulación financiera consiste en diversificar activos y además, diversificar entidades bancarias. Sabiendo que nadie es inmune a sufrir “un corralito” en cualquier país independientemente de su desarrollo económico, si será necesario, que el cliente-ahorrador-inversor empiece en su fase más inicial a evaluar, considerar y preguntarse de manera responsable, estudiada e inteligente… ¿Dónde está más seguro mi dinero?

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La frase elegida para este artículo dice así:

Quizá la obra educativa que más urge en el mundo sea la de convencer a los pueblos de que sus mayores enemigos son los hombres que les prometen imposibles.

Ramiro de Maeztu –escritor español-