El Banco Central Europeo hizo buenos los pronósticos y cumplió con la expectativas creadas tras su reunión del mes de junio, incrementando el tipo de interés para la zona Euro en un cuarto de punto, hasta el 1,50%, a pesar de la opinión contraria de muchos analistas de mercado.
El objetivo principal del BCE a la hora de subir el tipo de interés es la lucha preventiva contra la inflación, pero a cambio provocará una ralentización en la recuperación económica de la zona Euro, lo que resultará contraproducente a la hora de mantener la competitividad con otras zonas geográficas que sí han iniciado su recuperación de la crisis.
Por otro lado, este incremento del tipo de interés provocará un aumento sostenido del Euríbor, que ya había comenzado a anticipar este incremento en los primeros días de julio, y que ya cerró el primer día de cotización tras el anuncio de Trichet, por encima del 2,2%, en tasa diaria.
En tasa media mensual, tras los primeros 6 días de cotización el Euríbor se encuentra en el 2,187%, muy lejos ya del 2,144% con el que cerró el mes de junio, también en tasa media mensual, y con visos de acercarse al 2,3% a finales del mes de julio.
Ello provocará que el incremento a la hora de revisar el tipo de interés hipotecario en función del Euríbor de julio sea similar al de junio, es decir, entorno a 0,8 puntos porcentuales, lo que arrojaría un incremento en cuota entre 60-70 euros para una hipoteca media.
Un incremento ciertamente importante habida cuenta de que la tasa de desempleo se sigue manteniendo en valores cercanos a los 5 millones de personas sin empleo, a pesar de que la campaña de verano está maquillando ligeramente los datos y ofreciendo ciertas dosis de optimismo de cara al desarrollo futuro de nuestra economía, en términos de empleo.
Ademas, el BCE amenaza con nuevos incrementos del tipo de interés, no sólo ahora con Trichet, sino también posteriormente con la llegada de Draghi, que tomará posesión el 1 de noviembre, que ya ha anunciado que seguirá las mismas políticas que su antecesor, lo que quiere decir una lucha desaforada y siempre preventiva contra la inflación.