A apenas cuatro sesiones de cotización del Euríbor, llega el momento de empezar a analizar el escenario con el que nos encontraremos a partir del 1 de julio. Si nos atenemos al cierre del viernes, 24 de junio, nos encontramos con una cotización en tasa media mensual de 2,143%, con una tasa diaria de 2,145%, acumulando una semana de tendencia a la baja.
Estos valores del Euríbor estarían por debajo del cierre de mayo, 2,147%, aunque muy por encima del cierre de junio de 2010, 1,28%, la verdadera referencia a la hora de realizar la revisión del tipo de interés a aplicar durante el siguiente período de validez.
Dando por sentado que el Euríbor se mantendrá estable durante los últimos días del mes, estaríamos hablando de un cierre mensual en junio cercano al 2,145%, con lo que la diferencia interanual quedaría en 0,8 – 0,9 puntos porcentuales, lo que arrojaría un incremento en cuota de 60-70 euros, para una hipoteca media.
Con ello estaríamos hablando de un incremento en cuota anual de más de 700 euros, que dada la paupérrima situación de las economías familiares incrementará un grado más el nivel de presión financiera que están recibiendo los ciudadanos de manera permanente.
Sin embargo, y a pesar del incremento significativo, lo cierto es que los hipotecados españoles pueden darse por satisfechos, ya que una vez que el Banco Central Europeo decidiera incrementar el tipo de interés a partir del mes de julio, de manera oficiosa de momento, todo apuntaba a un incremento del Euríbor, similar al que se produjo en el mes de marzo.
Pero el apoyo de última hora del Parlamento griego a las políticas restrictivas de su gobierno para adecuarse a las exigencias de la Unión Europea y poder seguir recibiendo así el dinero del rescate, parece que ha calmado a los mercados y estabilizado definitivamente el Euríbor.
Un Euríbor que en el mes de julio subirá sin nada que lo pueda impedir, ya que una vez que el BCE confirme la subida del tipo de interés, las entidades financieras elevarán el precio del dinero que se prestan entre ellas y ello repercutirá directamente en el valor del Euríbor que se disparará sin solución de continuidad.