El Euribor, principal índice de referencia de las hipotecas en nuestro país, acaba de cerrar julio en el 2,183%, tras su última sesión de cotización del mes de este pasado viernes, lo que supone un importante incremento con respecto al mes anterior, ya que junio cerró en el 2,144%, en tasa media mensual.
Pero el verdadero valor de referencia es el del Euribor de julio de 2010, cuando cerró en el 1,373%, también en tasa media mensual, lo que supone un incremento de 0,81 puntos porcentuales en tasa interanual, un incremento que se mantiene en la línea de los que hemos venido viviendo durante estos primeros meses de este año 2011.
Este aumento generará un incremento en cuota de, al menos, 61 euros mensuales para una hipoteca media, entendiendo como tal una contratada con 150.000 euros de capital, 25 años de plazo de amortización y 0,8 de diferencial a añadir al Euribor.
Unos 61 euros que, acumulados a lo largo del año ascenderían a algo más de 700 euros, una cifra significativa que supera ampliamente el Salario Mínimo Interprofesional y que determina de manera importante la situación económico-financiera de una familia.
Y el mayor problema es que en los próximos meses se esperan nuevos incrementos del Euribor, a juzgar por las intenciones del BCE de incrementar el tipo de interés para la zona Euro este próximo otoño y valorando las incertidumbres que se están acumulando en los mercados internacionales como consecuencia de la crisis de deuda soberana que sigue afectando de manera importante a los países de la zona Euro.
Por ello, los analistas siguen manteniendo sus previsiones de un Euribor cercano al 2,5% antes de final de año, en un escenario más o menos controlado, pudiendo llegar hasta el 3%, si la situación se desboca y países como Grecia, Irlanda o Portugal se ven en la obligación de declararse en suspensión de pagos.
Nos encontramos, por tanto, en un momento de dificultad con alzas continuadas en el Euribor y con una tasa de desempleo que, a juzgar por la nueva EPA, no disminuye de manera sostenida por lo que sigue manteniendo un elevado porcentaje de ciudadanos en situación de paro, generando más incertidumbres sobre el futuro.