Aunque todavía sigue con una senda claramente alcista, la verdad es que en esta tercera semana del mes de febrero hemos tenido la gran noticia de que el Euribor se relaja y parece que se encuentra en el proceso de rebajar su velocidad de crecimiento de las primeras semanas del mes, que habían hecho echarse a temblar a todas las familias hipotecadas de este país.
Y es que en un par de semanas el Euribor se disparó por encima de 0.1 puntos porcentuales, algo totalmente insostenible para un período de tiempo tan corto. Por suerte ahora todo apunta a que el Euribor se relaja, y que se tomará unas semanas de tranquilidad. Así, si el día 11 de febrero cerraba en el 1.686%, en tasa media mensual, este viernes, día 19, el indicador se quedaba en el 1.698%, un incremento de apenas 0.01 puntos porcentuales.
Sin embargo, lo verdaderamente importante es la comparación del valor del Euribor a final de mes, con el que marcó el indicador en febrero de 2010, y ahí sí que nos podemos echar a temblar, ya que estaremos hablando, si no hay ningún cambio brusco, que nada apunta a que lo vaya a ver, de 0.5 puntos porcentuales de incremento, algo que supondrá una cuota hipotecaria mensual más cara, por encima de los 30 euros.
Este incremento que, en una situación normal podría ser asumible, se convierte en realmente peligroso en un escenario de elevadas tasas de desempleo y con gran cantidad de familias sin ingresos suficientes como para hacer frente a sus pagos. Por ello el hecho de que el Euribor se relaje es una gran noticia, pero no la noticia que todos podían estar esperando ya que la situación sigue siendo complicada.
Además, los analistas financieros coinciden en el alto grado de probabilidad de que el Banco Central Europeo decida incrementar el tipo de interés de la zona Euro a partir del verano, lo cuál tirará, indefectiblemente, del Euribor hacia arriba, generando hipotecas más caras.
Se avecinan, por tanto, malos tiempos para las hipotecas y para los hipotecados, con incrementos continuados en las cuotas mensuales a pagar, y sin que haya un horizonte de cambio cerca.