El Gobierno ha suspendido este lunes sus planes para privatizar los dos principales aeropuertos españoles de Madrid-Barajas y El Prat de Barcelona, lo que supone un revés en los esfuerzos del Gobierno para sanear las finanzas públicas. Otro más, teniendo en cuenta que el año pasado se pospuso la salida a bolsa de Loterías y Apuestas del Estado por un valor de 7.000 millones de euros.
Los planes de privatización fueron iniciados por el gobierno Zapatero, el cual esperaba obtener 5.000 millones de euros con la operación (3.700 por Barajas y 1.600 por El Prat). Los compradores interesados se mostraron escépticos ante la valoración y las condiciones establecidas por el gobierno socialista, lo que dificultó aún más la obtención de capital. El gobierno español ofrecía una licencia de 20 años y pedía un pago anual del 20% de los beneficios, lo que significaría por lo menos 150 millones de euros por Barajas y 80 millones por El Prat.
Sin embargo, Mariano Rajoy ha abandonado la idea, al menos temporalmente, ya que no se ha logrado conseguir un precio lo suficientemente elevado. A principios de este mes el operador aeroportuario alemán Fraport se salió de la puja a causa de las difíciles condiciones del mercado. El grupo formado por Fomento de Construcciones y Contratas, Changi Airports International de Singapur y una rama de Siemens también se estaban planteando la posibilidad de retirarse. Mientras tanto, otras entidades interesadas, como Ferrovial, Abertis, Aeropuertos de París o la india GMR Infrastructure estaban esperando para ver si el gobierno cambiaba los términos y condiciones del programa de privatización.
La ministra de fomento Ana Pastor ha asegurado que el gobierno ya está estudiando un nuevo plan para “poner en valor” a Aena, así como nuevas fórmulas para recaudar fondos provenientes del sector privado. Una alternativa potencial podría incluir la venta de una participación en la totalidad del sistema aeroportuario español, en lugar de privatizar los aeropuertos por separado.
Aena administra una red de más de 40 aeropuertos en todo el país, pero todavía se apoya con mucha fuerza en los vuelos nacionales, aunque en el último año la llegada de turistas extranjeros se ha incrementado debido a los problemas políticos existentes en los destinos del norte de África. De hecho, solo unos pocos aeropuertos españoles son interesantes para los operadores privados a causa del bajo número de pasajeros fuera de los destinos turísticos más importantes con Baleares, las islas Canarias, Málaga y Sevilla.
Esto ocurre cuando se acaba de aprobar un paquete de austeridad de 15.000 millones de euros como respuesta a un déficit mayor de lo esperado, y los expertos esperan que el recorte de gastos y la subida de impuestos pesen severamente sobre la economía española durante este 2012.