El nuevo gobierno, sea el que sea tras las elecciones generales del 20 de noviembre, prorrogará la reducción del IVA para la compraventa de viviendas con la intención de dinamizar definitivamente al sector inmobiliario y conseguir acabar con parte del stock de viviendas acabadas pero vacías que siguen poblando toda la geografía española.
Esta especie de acuerdo no oficial entre los dos grandes partidos políticos del país, Partido Popular y Partido Socialista Obrero Español, servirá para dar tranquilidad al sector que ahora ya sabe a lo que atenerse de aquí hasta finales del próximo año 2012, con lo que se pueden empezar a plantear proyectos a medio plazo.
Y es que esta reducción del IVA del 8% al 4% para la compraventa de viviendas tiene un recorrido que se antoja más que interesante, más allá de la fría acogida inicial. Gracias a esta reducción de cuatro puntos porcentuales muchas operaciones de compraventa podrán salir adelante.
En este sentido, Mariano Rajoy, candidato del PP, ya ha anunciado públicamente que es partidario de esta prórroga, incluso antes de que transcendiera este acuerdo tácito entre ambos ya había informado de que si él conseguía llegar al poder realizaría esta prórroga.
Por otro lado, Rubalcaba, candidato del PSOE, no se ha pronunciado abiertamente al respecto, aunque el hecho de que su partido se muestre partidario de aprobar esta prórroga hace pensar que así será, aunque todavía no se atreva a anunciarlo públicamente para no afectar a su imagen pública.
No hay que olvidar que los sectores más de izquierda de la sociedad se han mostrado contrariados por el hecho de que el Gobierno hubiera decidido reducir el IVA de la compraventa de viviendas, y mantenido sin tocar el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, que es el que realmente afecta a los particulares, que son los que más están sufriendo la actual crisis en todo su esplendor.
No sería descabellado pensar, por tanto, que Rubalcaba iniciara una campaña en breve anunciando esta reducción, porque no podemos olvidar que su gran objetivo es recupera al votante de izquierda que Zapatero ha perdido por sus medidas liberales dictadas por los mercados internacionales.