El riesgo de las opciones binarias

“Las opciones binarias son totalmente impredecibles” advertía en 2010 un artículo de Forbes. Aunque cada vez hay más páginas dedicadas a cantar las virtudes de este “estrategia de inversión”, apostar en el creciente mundo de las opciones binarias es muy arriesgado y, como dice Forbes, poco práctico. Su propia denominación como “inversión” es ciertamente poco precisa, y aunque es cierto que en teoría puede servir como una forma de inversión altamente rentable para los muy afortunados, su estrategia en esencia no va más allá del puro azar.

Para los no iniciados, las opciones binarias son un nuevo campo de especulación financiera que ha sido promocionado como método accesible mediante el que los particulares pueden generar un beneficio invirtiendo fondos relativamente limitados directamente desde sus hogares y sus ordenadores. Una opción binaria es en sí misma una opción de “todo o nada”, en la que el comprador estima si subirá o bajará el precio de un determinado activo o materia prima, incluyendo todo tipo de valores, desde las acciones hasta los tipos de cambio. Cada opción está asociada a su propia fecha de vencimiento, y el periodo de maduración de una opción binaria puede ser de sólo unos minutos. El inversor o comprador recibirá una cantidad fija de su dinero u otros activos si la opción vence “en el dinero”. Si la opción queda fuera de ese rango, el comprador no recibe nada o, en algunos casos, consigue una rentabilidad mínima sobre sus pérdidas (por ejemplo, una rentabilidad de 10 € por 100 € invertidos). Se comprueba bastante rápido que las opciones binarias, más que una “inversión”, son una estimación con cierto fundamento en relación con el volátil mundo del comercio internacional y los mercados financieros globales.

El uso de la palabra “inversión” que hacen muchas páginas web dedicadas a la promoción de las opciones binarias dan una cierta idea de estabilidad y alta rentabilidad a algo que para la mayoría las personas no es más que una apuesta idéntica a la que se puede hacer en un evento deportivo. Esto puede llevar a los usuarios a pensar que tienen una ventaja sobre el sistema mucho mayor de la que manejan en realidad. Sin embargo, sólo para mantener las pérdidas en cero, deberíamos ganar cerca del 55% de nuestras opciones.

Las opciones binarias parecen útiles al ser muy sencillas de comprender, pero los inversores pueden perder de vista que la recompensa siempre es menor que el riesgo, es decir, que un inversor debería tener razón un gran porcentaje de veces para poder cubrir sus pérdidas. Aunque un operador pudiera potencialmente conseguir un gran beneficio en una opción o valor, la estadística y las probabilidades nos dicen que este esquema da más pérdidas netas que beneficios netos. A este riesgo se le añade que la mayoría de los operadores en opciones binarias no están regulados por ningún organismo externo importante, lo que añade la posibilidad de cálculos y prácticas no estandarizadas, algunas de ellas diseñadas con el propósito de aprovecharse de los inversores más confiados usando fórmulas extrañas para calcular los precios de cierre.

Tal vez el mayor riesgo de todos es simplemente lo impredecibles que son la mayoría de los mercados mundiales. Aunque los compradores tomen decisiones informadas basadas en el estudio de las tendencias del mercado y  los análisis actuales, los mercados siguen siendo caprichosos y están sujetos a fluctuaciones de precios imprevistas y a la naturaleza voluble de los operadores en todo el mundo.