Comparativa de Bancos ofrece un plan mensual para mejorar tus finanzas. Todo lo que necesitas es una mente abierta y una hora diaria.
Ayer analizamos tus gastos diarios y tratamos de encontrar los que podemos reducir fácilmente. El objetivo no era hacer grandes restricciones, sino encontrar la forma de reducir el gasto siguiendo nuestro estilo de vida.
Hoy, queremos ver cómo este nuevo balance de gastos se ajusta a nuestros planes. Saca el plan general que hiciste hace unos días junto con las estimaciones que calculamos ayer. Verás que tu viejo plan está calculado en términos de horas, esto es una buena forma de ver lo que realmente te cuestan tus gastos, así que vamos a hacer la misma conversión para tus gastos.
Saca una nueva hoja y haz tres columnas, para la columna izquierda utiliza media hoja y para las otras dos columnas la otra media, utilizando más o menos un cuarto para cada una. En la primera columna escribe cada uno de los gastos de la hoja de ayer y, a continuación, en la segunda columna, escribe la cantidad semanal que calculamos ayer. Si ayer no hiciste el cálculo semanal, simplemente coge la estimación anual y divídela por 52.
¿Entendido? Ahora, en la tercera columna, divide cada número por el verdadero salario por hora que calculaste hace días. Éste es el número de horas que trabajas cada semana para cubrir ese gasto.
Este ejercicio fue el que realmente me abrió los ojos. Encontré un montón de cosas por las que me sentía culpable por lo que estaba haciendo, cosas como trabajar once horas a la semana sólo para mis gastos de entretenimiento. Trabajaba mucho cada semana sólo para pequeñas tonterías, en lugar de estar trabajando para uno de mis sueños.
Una vez que hayas convertido todas estas cantidades monetarias en horas, súmalas todas. A menos que tengas problemas muy importantes de gasto, este total debe ser inferior a las horas que tú trabajas en una semana (cifra que ya calculaste). Lo ideal sería que esta cifra rondara el 60% de las horas que trabajas en una semana (la mía es aproximadamente el 55% ahora, pero cuando lo hice por primera vez, fue en torno al 92%), pero no tienes que preocuparte a menos que esté sobrepasando el 95%. Si es superior al 100%, tendrás que hacer algunos recortes en tus gastos o nunca saldrás adelante, ya que tus gastos crecerán igual que tus ingresos.
En este momento, podría ser útil empezar una hoja de balance «verdadera». Coge el plan general y vuelve a copiar los mismos elementos que tienes de antes, pero no copies los números. En lugar de esto, simplemente tienes que poner el número total de horas semanales y el número total de horas que inviertes en tus gastos diarios. La diferencia entre los dos es lo que vas a utilizar para empezar a construir tu futuro.
¿Qué pasa si sólo me queda un 10%? ¿Cómo puedo «construir mis sueños» con esto? En primer lugar, incluso una pequeña cantidad de dinero es buena porque, con el poder del interés compuesto, esta cantidad puede llegar a ser bastante considerable. En segundo lugar, este proceso de evaluación no hay que hacerlo sólo una vez y dejarlo en el olvido, sino que es conveniente hacer un repaso anual. Cuando hayas empezado a construir tu futuro para cumplir tus sueños, verás como el sentimiento es tan poderoso que encontrarás nuevas cosas en las que podrás recortar gastos, como por ejemplo: pagar tus deudas, reducir las compras que no son esenciales, y así sucesivamente.
Mañana veremos qué vamos a hacer con el dinero que nos queda.
¿De acuerdo? Continuamos el próximo día.