¿Qué es lo que haces cuando no estás satisfecho con tu móvil? Cuando te das cuenta de que no hace más que frustrarte. Parece que siempre te está interrumpiendo. No tiene las características que quieres. Muchas veces te apetece tirarlo contra la pared y olvidarte de él.
Bastante a menudo, en situaciones como estas, la gente decide comprarse un móvil nuevo. Se ponen a buscar uno que coincida exactamente con lo que creen que necesitan y después lo comprar para reemplazar al antiguo.
Frecuentemente, sin embargo, es dinero perdido.
¿Por qué no nos tomamos un momento para reflexionar? ¿Realmente necesitamos un móvil? Tal vez el tipo de móvil que nos hace falta es uno muy sencillo para emergencias y alguna llamada ocasional. Si descubres que el sonido del móvil te molesta y que la mayoría de las veces ignoras la llamada o lo apagas, ¿para qué gastas tu dinero en ese servicio y en un teléfono caro?
¿Qué haces si tu televisor no te satisface? Parece que la pantalla ya no se ve del todo bien, no tiene imagen en HD, no te hace decir «¡vaya!» cuando entras en el salón. De hecho, cada vez ves menos la televisión.
Ante esto, mucha gente decide ir a la tienda y escoger un nuevo televisor de pantalla plana. Van a casa, lo instalan, lo disfrutan un rato…; y terminan dándose cuenta de que lo usan tanto como el anterior.
¿Por qué no pararse a pensar? ¿Realmente necesitas un nuevo televisor? A lo mejor solo ves un par de series en el ordenador – y las noticias también. Si ya no lo usas tanto, ¿por qué comprar otro aún más caro?
¿Qué haces cuando te cansas de la decoración del salón? ¿Inviertes tu tiempo sentado en un sofá mirando revista de decoración o webs, imaginando cómo podrías conseguir que la habitación tuviera mejor aspecto?
¿Por qué no lo pensamos un poco? Muchas veces, una habitación puede tener un aspecto fresco y novedoso con un par de cambios simples, como poner pintura o papel nuevo, o algún objeto decorativo. Después de todo, repintar las paredes y colgar un par de cuadros es mucho más barato que cambiar todo el salón.
Cuando algo no te satisface, muchas veces ir a comprar un repuesto no es la idea más acertada. Pregúntate por qué estás insatisfecho. Puede ser que ese objeto no sea funcional, pero también puede ser que en realidad no lo necesites.
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