¡Es imposible encontrar trabajo!

He oído esta frase en incontables ocasiones, especialmente desde que estalló la crisis. Hay pocas cosas más dolorosas que no tener unos ingresos regulares, no tener suerte buscando trabajo y tener que depender de los demás para sobrevivir. Sin embargo, hay algunos puntos que pueden sernos útiles al enfrentarnos al desempleo.

En primer lugar, no pierdas el tiempo culpando a otros de tu situación. De acuerdo, la economía está en horas bajas. Ciertamente, según tus creencias políticas, la culpa es de este gobierno o del anterior. Sí, el presidente (Zapatero o Aznar, según la ideología), es o fue un tipo horrible y pernicioso para el país.

¿Sabes qué? Todo el tiempo que empleas pensando en quién o qué tiene la culpa de lo que te pasa solo sirve para reducir tus posibilidades de encontrar trabajo. Tienes un problema inmediato que necesita una solución, y esa solución requiere de toda tu energía. Malgastarla pensando en quién puede ser el culpable, desde los políticos hasta los empresarios, pasando por antiguos compañeros de trabajo, solo va en tu propio detrimento. Guárdate el cabreo para las siguientes elecciones, cuando ya tengas trabajo (eso espero). Centra toda tu energía en conseguir empleo.

Recuerda que nadie te debe nada. Las personas no nos “merecemos” las cosas porque sí, nos las ganamos.

Lo mismo se puede aplicar a las actividades que te ayudan a “relajarte” o a “desconectar”. Muy a menudo puedes oír a personas que dicen cosas como: “No encuentro nada, así que me he pasado el día en casa conectado a Internet.”

Por supuesto que es bueno que nos relajemos de vez en cuando, pero también es necesario que tratemos el desempleo como si fuera un trabajo en sí mismo y nos pasemos por lo menos 35 horas semanales específicamente buscando empleo. Si necesitas relajarte, hazlo por las tardes. A mí me gusta desconectar viendo una buena serie antes de acostarme – tal vez para ti sea un videojuego, navegar por Internet o cualquier otra cosa. Sin embargo, tenemos que ser conscientes de que solo deberíamos desconectar si tenemos algo de lo que desconectar.

Así que, ¿por qué no dedicar ese tiempo a buscar trabajo?

Un punto fundamental una vez que nos pongamos manos a la obra es expandir nuestros horizontes de búsqueda en distintas direcciones, incluso aunque esto signifique buscar fuera de nuestra localidad y aceptar que tenemos que mudarnos para encontrar empleo. Busca trabajo nacional y hasta internacional, centrándote en puestos que necesiten las habilidades que puedes aportar.

De igual forma, tal vez tengas que buscar un trabajo que esté por debajo de tus expectativas. Ten en cuenta que, para un desempleado, no hay trabajo pequeño.

Por supuesto, no dejes nunca de buscar trabajos que se encuadren en tu campo de experiencia. Empieza por pulir tu currículum hasta que brille. Repásalo una y otra vez. Pídeles a tus amigos que lo puntúen. Busca incluso consejo por Internet para mejorarlo. Consigue que sea perfecto – y asegúrate de que resalta tus mejores cualidades de forma clara, para que destaques.

Utiliza las herramientas que la tecnología te ofrece para promocionarte. Entra en contacto con alguna comunidad de personas online, busca proyectos que necesiten tus habilidades, aprende cosas nuevas… Esto no es solo parte de la búsqueda de empleo, es parte de la estrategia que puedes seguir para tener éxito en tu campo.

Y, para finalizar, el elemento clave: no te rindas. Nunca, jamás, dejes de buscar el trabajo perfecto para ti. Sí, puede que tengas que trabajar en puestos que están por debajo de tu cualificación, pero eso no significa que no puedas emplear tu tiempo libre en la búsqueda del trabajo ideal.

Buena suerte.

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