El buen control futuro y utilización de nuestros ahorros o capital para generar más dinero se puede realizar en la actualidad de diversas maneras y mediante, varios conductos dependiendo de la correcta elección en cuanto a los profesionales y entidades financieras que lo vaya a gestionar.
Ya van quedando un poco atrás el ancestral miedo escénico de la mayoría de los ahorradores, pequeños y medianos inversores que solo usaban para la gestión de su patrimonio la opción bancaria de los Depósitos a Plazo, Bonos, Letras…etc. La entrada en el sistema financiero hace unos años de la llamada “Banca Privada”, le daba al cliente bancario una clara opción de asesoramiento y seguimiento financiero apropiado para su volumen de capital, gestión de riesgo y aprovechamiento rentable de sus propias inversiones. Pero hoy en día en España la banca privada no parece atravesar sus mejores momentos dado que, durante los últimos años y especialmente durante los años de “bonanza del ladrillo”, su gestión principal fue derivando hacia la simple colocación entre sus clientes de cualquier tipo de producto financiero alejándose cada vez más, de su verdadera y esencial función principal que es… ¡Asesorar de manera individual los patrimonios de sus clientes!
La deriva de la banca privada desde el asesoramiento financiero personalizado hasta su conversión actual en entidades proveedoras de servicios financieros (en lenguaje coloquial venta de productos financieros), empieza a ser visto de manera bastante negativa por los clientes debido al constante “torpedeo de productos” dirigidos hacia todo tipo de personas y no siempre respetando los códigos de colores financieros que, determinan los distintos perfiles como inversores y sus distintas capacitaciones para asumir riesgos dinerarios.
El mercado bancario y financiero español en general ha salido muy tocado de la pasada crisis profunda del año 2007, y sus obligados ajustes, recortes de plantillas y oficinas, les han hecho aparecer ante muchos miles de clientes como servicios profesionales de simple captación de capital. El posible abandono en la banca privada de la exclusividad y excelencia de gestión personalizada (huyendo de ser simplemente elitista), para caer en el gran populismo, le aleja cada día más de aquella histórica pequeña red de pocos clientes que recibían constante asesoramiento, análisis de estrategias y operatividad acompañada de un buen servicio y atención al cliente.
La apertura hacia el gran público de este tipo de banca privada menos restringida no solo tiene aspectos negativos, por el contrario, ofrece buenas posibilidades para los llamados asesores independientes –EAFI-, profesionales que no dependen empresarialmente de ninguna entidad bancaria y por ello, no están dirigidos y obligados a la recomendación a sus clientes hacia determinados productos financieros para ganar comisiones. En definitiva, nos encontramos actualmente con el sector bancario español en un complejo periodo de incertidumbre, adaptación a nuevos sistemas de gestión y la imperiosa necesidad de captación de clientes (nóminas, recibos, seguros…etc.) huyendo de los amenazantes avisos de unificación forzosa y fusión de algunas entidades por orden del Banco de España y el BCE en la zona euro, que insisten en la formación de macro empresas bancarias que puedan soportar con mejor estabilidad las cada vez más frecuentes crisis en el sector a nivel globalizado.
El cliente bancario o el inversor hispano habitual lector de esta sección de Consejos de Bolsa y Finanzas Personales que precise recurrir al asesoramiento profesional para una mejor y adecuada gestión de su patrimonio, desde ahora ya sabe, que existen varias opciones financieras para su elección o comparativa y además, se podrá plantear con mayor criterio de acierto la cuestión principal de este artículo: ¿Es rentable la banca privada en España?
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La frase elegida para este artículo dice así:
Cada uno de los movimientos de todos los individuos se realizan por tres únicas razones: por honor, por dinero o por amor.
Napoleón