Según un estudio que ha presentado el portal especializado en el alquiler de casas vacacionales, Homelidays.es, España ocupa la tercera posición entre los países europeos en lo que se refiere a la demanda de alquiler vacacional en junio de este año, con un incremento acumulado de un 9% con respecto a junio del año 2010. Portugal se sitúa en valores de incremento muy similares a los de España, y por delante quedan Francia e Italia, con un incremento interanual del 14%.
En el desglose por regiones dentro del territorio nacional español, las zonas más demandadas durante este mes de junio han sido Barcelona, Formentera, Costa Brava e Ibiza, con un importante incremento con respecto a la demanda que se reflejó el año anterior.
Concretamente, este incremento se ha situado en el 23% y tiene como causa fundamental las revueltas que se están produciendo en el norte de África, lo que está derivando el turismo que aglutinaban estos países hacia el sur de Europa, de lo que se están beneficiando tanto España, como Italia y Portugal.
Sin embargo, la región española que un mayor crecimiento ha experimentado en la demanda de viviendas de alquiler durante este pasado mes de junio ha sido Guipúzcoa, con un aumento del 59% con respecto al año pasado, que se ha visto contrarrestado, como no podía ser de otra manera, con un incremento del 25% en la oferta.
Por otro lado, también se ha detectado cierta desviación de la demanda desde el turismo hotelero hacia este turismo residencial, provocado, sin duda, por la crisis económica y financiera que ha recortado los presupuestos de los turistas de todo el mundo. Por ello, no sería de extrañar, según los análisis de Homelidays.es, que en los próximos años siguiéramos experimentando un crecimiento importante tanto en la demanda como en la oferta de viviendas vacacionales en alquiler.
Una situación que está poniendo nerviosos a los empresarios turísticos que ven como su negocio comienza a derivarse hacia la competencia desleal de muchos particulares que alquilan sus domicilios sin necesidad de tener que pagar impuestos de actividad empresarial por ello, lo que puede generar una importante polémica en los próximos años.