El estrés es uno de los factores que afecta más de forma directa a mis decisiones personales a la hora de hacer compras. Me siento mucho más tentada a gastar sin pensar cuando estoy estresada.
No creo ser la única que lo ha notado. En realidad, cuando gastamos sentimos un cierto alivio a corto plazo, pero puede acabar llevándonos a sentir incluso más estrés.
Gastar de más hoy en cosas que no necesitamos, de forma puramente impulsiva, puede llevarnos a no tener dinero mañana para comprar cosas que son imprescindibles. Y eso sí que genera estrés.
¿Por qué el estrés nos puede llevar a gastar? Aparte de lo ya comentado, cuando estamos estresados no somos tan conscientes de lo que hacemos. En un estado mental normal, cuando compro soy muy consciente de lo que estoy haciendo. Reconozco la tentación cuando la veo y evito que las sutiles tácticas del marketing me lleven a comprar más de lo que debo.
Sin embargo, cuando estoy estresada, estoy distraída. Ese estado de nerviosismo está causado por algo que me preocupa, por lo que mi mente no está tan alerta y todas las estrategias de los vendedores se vuelven radicalmente más efectivas. En resumen, en lugar de ver las cosas racionalmente, dejamos de prestarles atención.
Por lo tanto, si tener un alto nivel de estrés puede hacernos gastar más innecesariamente, lo contrario también es cierto: si reducimos nuestro nivel de estrés, es probable que nuestros gastos superfluos también se reduzcan.
Así que voy a enunciar algunas técnicas para reducir el estrés:
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Céntrate en lo que te está estresando. Evitar el asunto que te preocupa sencillamente acabará poniéndote más nervioso. Sin embargo, si te centras en el problema puede que consigas encontrar soluciones reales. Así, no solamente te sentirás bien a corto plazo, sino que además estarás contribuyendo a encontrar una solución para el futuro.
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Habla de lo que sea que te está estresando. Encuentra a alguien cercano que sepa escuchar y que te permita explayarte a gusto sobre ello. Es muy catártico.
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Medita. Hacer veinte minutos de meditación profunda ayuda a aclarar la mente y a calmar los nervios.
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Haz ejercicio. Cuando hacemos ejercicio nuestro nivel de energía sube y nuestro nivel de estrés baja. Es un método eficaz para que el cuerpo segregue endorfinas naturales, lo que hace que nos sintamos mejor.
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Elimina lo que no es importante. A veces nos estresamos porque nuestros horarios están sobrecargados. Si esa es tu situación, busca alguna cosa que puedas dejar de hacer durante un tiempo y simplemente olvídate de ella, o hazla con menos frecuencia. Quita el pie del acelerador y date un tiempo para respirar y relajarte.
Menos estrés significa menos gasto.
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One Response to “Estrés y gasto”
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