Los mercados de valores recuperan niveles en este año 2017, y la mayoría de las acciones suben en sus cotizaciones repercutiendo lógicamente en las rentabilidades obtenidas por los fondos de inversión, por lo tanto sigue siendo costumbre para el ahorrador que en la actualidad desea rentabilizar mejor su dinero y ante los históricos bajos tipos de interés por los depósitos a plazo, el acudir a su oficina bancaria habitual para que el empleado de turno (nuevo comercial financiero) le indique qué productos son los más recomendados para sus finanzas personales.
La respuesta comercial bancaria más común para los futuros pequeños y medianos inversores noveles será la inversión mediante compra de participaciones en los muy diversos fondos de inversión existentes y de manera primordial, los mismos que participa la propia gestora propiedad de esa entidad financiera. La idea por loable, bienintencionada o acertada que pueda parecer por parte de nuestro banco, no deja de ser una “lotería financiera”, que puede determinar seriamente el posible resultado negativo final de la inversión si de manera previa no se han tenido en cuenta otros diferentes factores y circunstancias esenciales, que compondrán la correcta elección del tipo de fondo de inversión que mejor se adapte a cada cliente, sus propias necesidades, formación o finanzas personales. Veamos a continuación que debemos verificar antes de invertir en fondos:
- EL FACTOR TEMPORAL: No se debe confundir con el tiempo que nosotros queremos mantener la inversión en el fondo. Consiste en conocer el periodo temporal que necesitará el fondo para poder alcanzar sus previsiones y objetivos de rentabilidad. Conocer dicho tiempo nos permitirá saber que pueden haber algunos meses o años bajistas, para posteriormente poderse aprovechar y desarrollar las estrategias de inversión del gestor en dicho fondo.
- EL FACTOR DEL RIESGO ASUMIDO: Nunca será igual para todos los inversores, cada perfil del inversor (agresivo, moderado o conservador) requerirá del estudio pormenorizado sobre qué tipo de fondo se adaptará mejor a dicho perfil. No es lo mismo invertir en fondos de renta fija, mixta o renta variable y tampoco será igual invertir en fondos sobre mercados emergentes, divisas, oro o petróleo, que hacerlo utilizando productos financieros derivados, opciones, warrant…etc.
- EL FACTOR OBJETIVO DE LA INVERSIÓN: Saber cuánto queremos ganar con nuestra inversión en fondos significará que estamos dispuestos a asumir una futuras pérdidas o minusvalías dinerarias proporcionales. Este factor es importante tenerlo muy claro antes de invertir. En la renta variable “pura y dura” como su nombre indica no garantiza resultado positivo alguno y hasta las mejores previsiones, estudios o análisis de los llamados expertos financieros pueden quedar eclipsadas negativamente, por acontecimientos económico-financieros imprevistos que darían al traste con la buena marcha de los mercados. Recordar la famosa frase que dice: “Rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras”.
CONSEJOS Y RECOMENDACIONES SOBRE FONDOS DE INVERSIÓN
Saber elegir nuestro gestor de fondos más adecuado es tan esencial como realizar una lógica diversificación de activos con el capital destinado a la inversión. Las diferentes características de cada fondo y las personas que lo gestionan nos obligará a realizar comparativas previas de rentabilidades históricas, pero también tener conocimiento de los tipos de productos financieros en los que invertirá en un futuro próximo nuestro dinero.
Si por ejemplo inviertes en un fondo indexado deberás saber que el gestor de dicho fondo solo replicará el índice de referencia a base de componer la cartera con las proporciones o porcentajes de los valores determinados.
Si hemos optado por la inversión en un fondo de inversión de gestión activa será nuestro gestor el que deba realizar compra-ventas diarias de acciones (trading) para aprovechar las fluctuaciones en las cotizaciones y así, mejor rentabilizar el capital del fondo que repercutirá en un aumento del valor de liquidación del mismo en beneficio de los partícipes.
Teniendo en cuenta otros factores como puedan ser los gastos, comisiones o peculiaridades particulares de cada fondo en materia de aportaciones iniciales o posibles penalizaciones por venta anticipada de participaciones, siempre deberemos considerar que, no es más caro el fondo que tiene más comisiones, sino el que obtenga menores beneficios para sus inversores.
Recordemos que independientemente del tipo de fondo elegido, el gestor, el periodo temporal, el riesgo asumido o el objetivo buscado de rentabilidad, toda la responsabilidad final de la inversión será nuestra. Por tanto ahora será el momento adecuado, sensato y razonable, de poder reflexionar seriamente la respuesta a nuestra pregunta inicial: “Fondo de inversión: ¿El que me recomienda mi banco?
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La frase elegida para este artículo dice así:
El hombre más rico del mundo no es el que conserva el primer duro (euro) que ganó, sino el que conserva el primer amigo que tuvo.
Marta Mason