Algunas personas piensan que mis formas de ahorrar suenan un poco excesivas. Parecería que estoy sacrificando mi felicidad con tal de ahorrar un euro.
La mayoría de mis consejos sobre frugalidad se basan en recortar cosas que yo considero innecesarias. Compras de libros que puedo tomar prestados en la librería. Compras de DVDs que sólo voy a ver una vez. Compras de ropa en tiendas caras. Ir a la cafetería a diario. Y así unas cuantas cosas más.
Para mucha gente, algunas de estas sugerencias pueden ser impensables. «No podría pasar sin mi café diario «. «Mi colección de DVDs es estupenda -me encanta». «Nada me gusta más que comprarme un libro nuevo».
Por eso tras leer mis ejemplos han llegado a la conclusión de que la frugalidad significa miseria.
Nada más lejos de la realidad. Los ejemplos que doy son de cosas que yo he hecho, no tienen por qué funcionar específicamente con tras personas.
Me gusta ver una película a la semana, pero la verdad es que tener un montón de DVDs en la estantería no significa nada para mí, así que vendí mi colección y me limito a alquilarlos. Tal vez tú disfrutes con tu colección de DVDs -te da algún tipo de satisfacción personal porque eres un cinéfilo y vuelves a ver varias veces los grandes títulos que tienes en tu colección. Pero si te que ocurre igual que a mí, que lo que me gusta es ver una película nueva cada vez, ¿para qué apilar esa cantidad de DVDs?
Antes iba todos los días a la cafetería, pero me di cuenta de que era más un hábito que algo que me gustase hacer, así que deje de ir. Tal vez para otra persona el paso diario por la cafetería le alegra el día. A mí, sin embargo, ir sola a tomar un café no me divierte. Me gusta ir cuando estoy con amigos.
En cuanto a la ropa, salvo un par de casos excepcionales, la veo como algo funcional. Soy feliz con unos vaqueros y una camiseta. ¿Así que por qué debería comprarme ropa cara? A menudo puedo encontrar ropa que me gusta en cualquier tienda normal y corriente.
Me encanta leer y comprar libros, pero la verdad es que al final me di cuenta de que tener las estanterías llenas de ellos no era algo que me entusiasmara tanto. Puede que haya gente a la que le encanta coleccionar libros, pero la verdad es que yo ya no lo encuentro tan atractivo. Así que empecé a ir a la librería y descubrí que en muchos casos podía encontrar el título que estaba buscando. También empecé a comprar libros de segunda mano, mucho más baratos.
Para mí, el secreto de la frugalidad consiste en saber qué cosas son las que tienen valor real para ti.
Sin embargo, valoro otras cosas como, por ejemplo, la comida de calidad. No me importa pagar más por adquirir productos ecológicos o de gourmet. También estoy dispuesta a invertir en un buen equipamiento para la cocina, o en compartir con mi pareja una buena cena. Es más, siempre dejo propina. Valoro mi trabajo. Me gusta conseguir herramientas que me permitan describir de una forma más simple y eficiente, y no me importa gastar dinero en ello.
Pero tengo que admitir que quitando las cosas que realmente valoro, soy bastante barata de mantener. No tengo dudas a la hora de comprar genéricos o marcas blancas. Busco fórmulas para minimizar la factura de la luz, o el gasto de agua. Comparo entre varias tiendas antes de comprar la mayoría de los productos. Los coches de lujo no pueden dejarme más indiferente.
Para mí, vivir en la miseria significa hacer recortes en cosas que realmente valoras. Es decir, si eres una gran seguidora del mundo de la moda, debe ser doloroso tener que hacer recortes en esa área.
Todos valoramos un conjunto de cosas en las que no deberíamos hacer recortes. Lo que tenemos que hacer es descubrir qué cosas no nos aportan nada en realidad y deshacernos de ellas. Porque, si no te aportan ningún valor, ¿no entra dentro de la lógica gastar en ellas lo menos posible?
Si te ha gustado este artículo y hablas inglés, encontrarás más en thesimpledollar.com.
9 Responses to “¿Frugalidad o miseria?”
Edward Perez
Hola, genial tu forma de ver la vida, yo empecé a reflexionar al respecto hace pocos meses y me sentía solo en la vida, por qué no hallaba personas que con esa misma perspectiva de al vida. Felicidades y sigamos siéndolo felcies.
Manuel
Yo quiero tener una novia como tú!
ynys
Para Carolina:
En cuanto a las marcas blancas, yo hay algunas que sí consumo porque en esos productos alimenticos en concreto son las únicas que no llevan conservantes y/o colorantes (eso fue lo que me llevó a probar en un principio), o cosas en las que la calidad no es algo que me preocupupe (pañuelos de papel, etc). No es lo normal, pero hay veces que se puede comprar bueno, bonito y barato. Lo que lleva tiempo es descubrir cuáles son esos productos de marca blanca que te pueden realmente interesar.
Para David:
En ningún momento he pretendido satanizar el consumo (y el ahorro menos), simplemente dar mi opinión. Y realmente pienso que a veces no consumimos lo que necesitamos, sino que a veces nos vemos arrastrados por una suerte de fiebre consumista, unos más que otros, pero hablo en general. Y claro, no es lo mismo consumo responsable que consumismo desatado.
Jose Maria
Sobre el comentario de David, no se trata de gastarse más del 100 % de lo que ganas sino de elegir en que te lo gastas (se supone que lo que tienes), yo prefiero gastarmelo en buena comida y bebida (de calidad) y ahorrar en chorradas como telefono movil, televisión de pago (futbol) y chorradas por el estilo.
Ali Manrique
Ese tipo de respuesta es muy común, básicamente porque a muchos nos cuesta posponer la satisfacción. Si las personas hicieran un análisis detallado de como gastan, en que gastan y las razones porque lo hacen encontrarán que a veces sus gastos descansan en la incapacidad de posponer la satisfacción. Decir que tener hábitos frugales (que es un medio, no un fin, para alcanzar metas) es ser miserable es una muestra de que quien lo dice no entiende el problema o no está claro con lo que esta pasando económicamente. Sigue adelante, muchas de las cosas que escribes ayudan a otros que si andan buscando cambiar su situación financiera y quieren en poco tiempo tener paz mental y dinero en la cartera para disfrutar las cosas sin endeudarse ni amargarse una vez pasado el momento del disfrute. Saludos
Carolina
Yo tambien comparto tu forma de ver las cosas, ahorro en cosas que puedo adquirir de otra forma (libros en la biblioteca es un buen ejemplo) pero no miro el euro en comida y bebida, paso de las marcas blancas, por ejemplo. Me apunto a una comida y/o cena que me da ilusión al prepararla, invitar a mis amigos/as, y disfrutar de algunos productos de calidad. Para mi la calidad en lo que como y bebo es fundamental, ahorro en otras cosas.
David Hernán Gascueña
Está claro que las decisiones de consumo (y de ahorro) dependen exclusivamente (descontando la parte coercitiva de impuestos) de uno mismo. Es decir, las necesidades de gasto varían en función de muchos condicionantes (renta, gustos, gastos fijos, precio, etc).
Lo que quiero decir es que me parece igual de bueno o malo, ya que ambos son igualmente respetables, consumir más del 100% de tu renta o vivir ahorrando. Es que en esta sociedad se quiere satanizar el consumo, ya que según muchos cortitos ideológicos, el consumo es igual a capitalismo.
Bueno, me equivoco, ahora también se quiere satanizar el ahorro. O mejor dicho, fiscalizarlo aumentando las retenciones por rendimientos de capital mobiliario.
ynys
Muchas gracias por tu comentario positivo, Alfonso. Este tipo de apuntes son los que nos dan ilusión para seguir escribiendo. Así sabes que hay gente al otro lado de la pantalla que los lee y los disfruta.
Un saludo:
ynys
Alfonso
Buenas,
simplemente comentar que estoy totalmente deacuerdo contigo, y que soy o dirijo mi vida de la misma manera que has explicado, dando valor a cosas quizás menos materiales, es decir, más sustanciales, efímeras, como una buena cena, etc… antes que una camiseta de 70 euros….. También suelo comprar precios en varios sitios antes de comprar algo, sobre todo relacionado con electrodomésticos, electrónica, etc, puesto que nunca se sabe dónde puedes encontrar algo 30 € más barato; he dehado de comrpar libros y ahora los cojo de la biblioteca, etc…en fin, que es cierto que si antes de comprar cualquier cosa nos tomamos (como publicaste hace tiempo) 10 segundos en reflexionar, se puede ahorrar mucho dinero.
Sigue así, tienes un blog que engancha y creo que hace que mucha gente se sienta identificado o identificada.
Alfonso