Como ya he comentado en alguna ocasión, no tengo ninguno de los gadgets de Apple, ni siquiera el iPhone. De hecho, uno de sus mayores éxitos, los “apps” que vende a través de su tienda online, son uno de los puntos que me hace rechazar esta conocida marca. Para los que no se hayan enterado todavía (si es que queda alguien), los apps son pequeñas aplicaciones, en general muy baratas, que podemos descargarnos de la tienda de Apple directamente desde nuestro iPhone e instalarlas. Es tan simple como verlas y comprarlas para convertirte en un miembro de la Generación App.
Este es precisamente el tipo de compra por impulso que se supone que debemos evitar. Desde un punto de vista financiero, es un gasto totalmente ilógico.
Veámoslo desde este punto de vista. Cuando un consumidor inteligente está pensando en realizar una compra importante mira en varias tiendas, busca el mejor precio, prueba el producto si es posible y pregunta por las garantías. Solo entonces toma, o no, la decisión de comprar. Muchos de los que compramos a través de Internet leemos la opinión de expertos y consumidores, bien sea con respecto a libros, software, o cualquier otra cosa. Además, también buscamos el mejor precio entre las distintas tiendas online que nos ofrecen las garantías necesarias.
Poca gente se toma tantas molestias a la hora de comprar un app. ¿Por qué? Porque los precios son tan baratos que nadie se preocupa. Ser prudentes es el gasto parece ser una máxima que se aplica a todas las compras… excepto esta. Si la aplicación no nos gusta, la borramos y pasamos a la siguiente. Eso sí, habremos perdido 99 céntimos. Esta es la clave del éxito de Apple: las micro-compras. Individualmente consideradas, no hacen ningún daño, pero lo cierto es que se van sumando. Pero, ¿cómo resistir el impulso?
En primer lugar, debemos tener claro el valor de un euro. Puede que ahora mismo no sirva para comprar gran cosa, pero empezar a pensar que una fracción de tu dinero es desechable no es conveniente en absoluto. Cualquier cantidad de dinero es valiosa, aunque solo sea porque te ha costado ganarlo. Un solo euro no es una cantidad de dinero significativa, pero si pensamos que comprar 24 apps puede equivaler al pago de la factura del agua, será más sencillo contenernos si tenemos la tentación de comprar.
También es importante que nos ajustemos a un presupuesto. Si te encanta probar nuevas aplicaciones en tu iPhone, puedes imponerte un cierto régimen de compra: comprar solo los sábados, comprar un máximo de dos aplicaciones, etc. Comprando de esta forma, te entrenas para darle el valor justo al dinero, y para gastarlo con inteligencia.
Por último, tenemos que aprender a desconectar. Sé que puede ser difícil, y yo soy la primera que me paso horas conectada. Sin embargo, corremos el riesgo de ser menos sociables, menos saludables y más propensos al gasto. Cuanto más tiempo pasamos frente al ordenador, el smartphone o la televisión, más necesitamos información y estímulos. En ese estado, somos los consumidores ideales, y tenemos acceso a unas tiendas virtuales que nunca cierran. Es tan sencillo como pagar con la tarjeta de crédito o con PayPal.
En resumen, si eres un adicto al iPhone, dale un descanso de vez en cuando a tus pulgares.
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2 Responses to “Generación App”
Jorge
te equivocas con lo del iPhone. Muchas aplicaciones son gratuitas, y realmente hay mucho ahorro de dinero cuando tienes un iPhone ya que tienes mucha informacion en tus manos
Eva
Sé que hay aplicaciones gratuitas en el iPhone, pero para mí tiene demasiadas limitaciones y, además, soy demasiado austera como para que me decida a tener uno. Al final terminarás por querer aplicaciones de pago.