Las acciones de empresas cotizadas en bolsa realizan movimientos diariamente en sus precios y estos van quedando reflejados por los diversos programas informáticos y gráficos existentes en el mercado. La apertura de una cuenta en un intermediario financiero –bróker– supone tener acceso a los mercados de valores en tiempo real y es donde podremos apreciar que se nos presentan distintos gráficos para el estudio y análisis del valor elegido.
Hoy para el mejor aprendizaje de los “pequeños y medianos inversores” y en especial, para los inversores noveles que empiezan en este mundo tan complejo de la inversión en renta variable, vamos a observar los tres tipos de gráficos más utilizados a la hora de apreciar las cotizaciones bursátiles, sus tendencias, soportes y resistencias, etc.
Nos estamos refiriendo a los siguientes:
- Gráficos de línea: Los gráficos de línea muestran una serie en forma de conjunto de puntos conectados, mediante una línea, donde los valores quedan reflejados por el alto de los puntos con relación al eje base. La unión de dichos puntos entre los precios de cierre del valor o índice, en un determinado espacio temporal, mostrará las variaciones de precios estableciéndose diversos niveles que serán marcados según se determine el gráfico en sus periodos de 1, 5, 15 ó 30 minutos, 1 hora, 1 día, 1 semana, 1 mes, etc.
- Gráficos de barras: La diferencia esencial con el anterior gráfico de línea, consiste en que este tipo refleja el recorrido del precio durante todo el periodo, con su precio de apertura, máximo, mínimo y cierre de sesión. La barra queda señalada mediante una línea vertical y dos líneas horizontales perpendiculares. En ella, podremos apreciar que la parte alta de la barra corresponde al precio máximo alcanzado durante el periodo, mientras que la base marca el mínimo establecido en dicho tiempo. Las dos líneas horizontales quedan fijadas una a la derecha – precio de cierre – y otra en el lado izquierdo de la barra – precio de apertura – Evidentemente este tipo de gráfico transmite una mayor información al inversor sobre los movimientos del valor a la hora de calcular su futura tendencia de precios.
- Gráficos de Velas Japonesas: Este tipo de gráfico recoge la misma información que el gráfico de barras pero con diferente estilo visual que lo hace incluso más claro para determinar las distintas fluctuaciones de precios. Como resulta evidente, el nombre le viene de su zona de origen Japón, donde se diseñó tal forma de presentar las cotizaciones gráficas. Una vela está compuesta por el mínimo, máximo, precio de apertura y precio de cierre basado en un periodo temporal seleccionado. El “bloque” representa la zona de apertura y cierre y se le denomina “cuerpo”. La diferencia principal estriba en que el “cuerpo” de una vela se dibujará vacio si el precio de apertura es menor que el cierre y por consiguiente, el “cuerpo” se representará lleno si es al contrario cuando el cierre queda por debajo del inicio de sesión.
Como podemos observar este último tipo de gráfico quizá sea el más fácil de leer visualmente, completando su comprensión el inversor menos avezado mediante una más completa formación técnica, donde descubrirá la gran gama de patrones gráficos que componen las llamadas Velas Japonesas, de amplio estudio profesional y extensa difusión global a la hora de analizar los valores cotizados.
Una vez conocidos los tres tipos de gráficos más comunes, solo la práctica, la constancia y el aprendizaje diario, nos determinarán el nivel inversor propio alcanzado en nuestra intención de participar en los mercados de bolsa con el lógico fin de conseguir el éxito financiero. A continuación, la pregunta que nos surge es la siguiente: “¿Actualmente es usted capaz de analizar acertadamente estos gráficos?”.
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La frase elegida para este artículo dice así: “El inversor preparado es como el alfiler: la cabeza le impide hundirse hasta el fondo”, San Levenson.