El sentido común no es siempre el más común entre los sentidos, pero suponiendo que sí lo fuera, se podría llegar a la conclusión de que cuando un ciudadano se involucra en la contratación de una hipoteca, teniendo en cuenta que tendrá que vivir con ella por unos treinta años, analizará todos los detalles de la operación.
Siguiendo con la suposición, habría que analizar cuál es el aspecto más importante a la hora de adquirir una hipoteca. El plazo, las mensualidades, los gastos, el tipo de interés,… Y la mejor forma de decidirse por ese aspecto que marca la diferencia entre unas hipotecas y otras es comprobar en que se basan las campañas promocionales de las entidades de crédito.
Entonces, la respuesta parece clara. El aspecto más importante de una hipoteca es el tipo de interés. Y aceptando, entonces, que el interés marca la decisión de los ciudadanos, una segunda pregunta surge en la mente de los aspirantes a obtener una hipoteca, interés fijo o interés variable, hipoteca de interés fijo o hipoteca de interés variable.
El otro día te hablaba del interés fijo, así que hoy toca el interés variable.
En este tipo de hipotecas se fija un tipo de interés inicial, generalmente promocional, y un plazo para la revisión del mismo. Ese plazo se cumple, de manera habitual, a los doce meses. Entonces, a partir de ese momento se fija un tipo base de referencia (por ejemplo, el Euríbor), y un diferencial a añadir a ese interés referencial. Después, se fija un plazo para la revisión, que viene a ser seis meses o un año, para que el tipo de interés de referencia se adecue al precio de mercado de esa base.
Así, por ejemplo, si resulta que al hacer la revisión el índice Euríbor hubiera bajado algún punto, el tipo de interés a aplicar en la hipoteca se vería reducido también. De la misma forma, si ese índice hubiera subido algún punto, el tipo de interés de la hipoteca se uniría a ese incremento, lo que ofrecería el principal inconveniente de este tipo de hipotecas.
Por otro lado, otra de las ventajas de las hipotecas de interés variable es que la comisión por cancelación, ya sea parcial o total, rara vez supera el uno por ciento del importe cancelado, lo que abarata, a través de una vía alternativa y menos conocida, la hipoteca.
Sin embargo, esta crisis nos ha mostrado como las entidades de crédito han intentado eliminar una de las principales ventajas de las hipotecas de tipo de interés variable, como es el descenso de los tipos. Con las ya famosas cláusulas suelo han cercenado la ganancia económica de los usuarios de hipotecas, aunque todo apunta a que en breve serán eliminadas del mercado.
Por tanto, las hipotecas de interés variable ofrecen ventajas e inconvenientes, que deben ser valoradas en su justa medida, y en función de la realidad social, y sobre todo, económica, para decidir si los tipos base de referencia se encuentran en una tendencia ascendente o descendente.
3 Responses to “Hipotecas de interés variable”
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