Según apuntan todos los analistas del mercado hipotecario y siguiendo con las previsiones generales de la economía, durante este año 2011 comenzaremos a ver hipotecas más caras en todas las entidades financieras de nuestro país, sin que parece que pueda haber ninguna solución real a ello.
Y es que son varios factores los que provocarán hipotecas más caras para este año:
1. El encarecimiento del dinero por parte del Banco Central Europeo: Aunque parece que el tipo de interés para la zona euro no debería de moverse del 1% en el que se encuentra fijado desde ya hace bastante tiempo, sí que se producirá un endurecimiento en las restricciones y condiciones para tomar prestado dinero por parte de las entidades financieras de la eurozona, lo cuál, evidentemente, se repercutirá en los clientes que tendrán que pagar más por sus hipotecas.
2. La crisis de deuda soberana: La incapacidad del Gobierno español para vender la deuda soberana a un tipo de interés asumible por nuestra economía, provoca incertidumbre e inestabilidad en los mercados, los cuáles afectarán a la capacidad de las entidades financieras para obtener la financiación necesaria para prestar dinero a sus clientes, lo cuál reducirá, aún más, la oferta de préstamos hipotecarios, y, por tanto, generará hipotecas más caras.
3. La morosidad: El gran miedo de las entidades financieras durante la crisis está siendo la morosidad, la cuál se ha disparado hasta cifras de hace más de 10 años, poniendo en peligro los balances de estas entidades, que no se pueden permitir una morosidad tan elevada. Ello provocará que se incrementen las restricciones y condiciones para obtener una hipoteca, y una forma de hacerlo es encareciendo el producto financiero, filtrando el acceso al mismo.
4. El grifo hipotecario: Mucho se ha hablado de que el grifo hipotecario está cerrado, y no hay duda de que así es. Las entidades financieras tienen que deshacerse de las propiedades inmobiliarias que han ido acumulando durante estos años de crisis antes de lanzarse a nuevos proyectos o a nuevas ofertas hipotecarias. Y ello provocará, a su vez, hipotecas más caras.
En definitiva, se plantea un año complicado para las hipotecas ya concedidas y para las nuevas que se tengan que conceder.