Más allá de las oficinas virtuales en Internet de las compañías de seguros, más allá de las aplicaciones o portales para móviles, smartphones, tabletas y demás gadgets que las compañías diseñan y ponen en marcha en favor de sus clientes, existe una necesidad más básica, más primordial que da sentido y valor a todo ello, algo que sin ello todo lo demás no puede funcionar con seguridad. Ese algo no es otra cosa, que la identificación segura de los clientes, en este caso refiriéndonos concretamente al entorno online.
Los clientes en todos los ámbitos de una relación comercial demandan muchas cosas, pero especialmente demandan seguridad. Seguridad en la relación, seguridad en sus datos, y seguridad en todo lo que va vinculado a sus transacciones y operaciones con la compañía de seguros, y está esto se lo tiene que facilitar, facilitar para que el cliente se sienta cómodo y seguro, confiado en la relación.
Y una de las mejores cosas que la compañía de seguros puede hacer para garantizar la seguridad de sus clientes que utilizan sus sistemas, sus plataformas online, es la utilización de medios de identificación segura, con los medios que permiten identificarnos mediante nuestro Documento Nacional de Identidad electrónico a la cabeza. Y es que este (conjuntamente con los certificados digitales) está suponiendo el auténtico impulso y revolución a las transacciones online, la espoleta definitiva que la esta catapultando hacia el éxito más absoluto.
Todo lo dicho anteriormente es de vital importancia, pues de nada servirá (aunque obviamente de ello deba disponer que la empresa disponga de grandes medidas de seguridad en su sitio Web, si por contra posteriormente la falsificación o suplantación de identidad es tarea fácil. Esto obviamente se verá incrementado como mayores gestiones personales “que requieren firma” se puedan realizar a través del sitio Web.